Enfermera podría demandar a responsables de explosión
Video. Video Nadie avisó que teníamos que evacuar, denuncia enfermera de hospital en Cuajimalpa
Guadalupe Castañeda Salgado, enfermera del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa y que resultó lesionada a raíz de la pipa que explotó en este lugar, dijo que está pensando en demandar a los responsables de esta tragedia.
Dijo que nunca les pidieron evacuar, ni se dio la alerta de que había una situación de peligro.
La enfermera fue dada de alta ayer del Hospital de la Cruz Roja Mexicana, y antes de abandonar este lugar agradeció a los paramédicos, enfermeras y personal de salud que le ayudaron a recobrar su salud.
Lupita, que ignora la magnitud que generó la explosión de este hospital, lleva laborando en este lugar 10 años y, piensa que por trabajar en el turno de la noche, nunca hubo simulacros de evacuación, ni tampoco el lugar tenía salida de emergencias.
Sobre los neonatos a su cargo, comenta que algunos por tener la piel muy sensible no se les colocaba la pulsera de identificación, sino se les pegaba en la cuna.
"Estaban perfectamente identificados, quién se iba a imaginar que el hospital explotaría", comenta la mujer quién tiene un hijo de 16 años y es casada.
Recuerda que eran las 7:15 de la mañana cuando intentaba a sacar a un bebé de su incubadora cuando se escuchó un fuerte ruido y ya no supe de mí.
Estaba a media hora de que fuera relevada de mi turno en el área de neonatos del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, donde había ocho bebés, algunos de ella graves.
Junto a mi, dice, estaban dos compañeras tratando de que el fuerte olor a gas que se percibía no entrará al área donde estaban los bebés.
Una de mis compañeras, dice Lupita, puso un trapo abajo de la puerta, yo estaba con mi neonato cuando se vino la explosión.
Cuando desperté, me dolía todo, no me podía mover, tenía clavada una varilla en mi pierna.
Los paramédicos de la Cruz Roja Carlos Ceja y José Ramos, explicaron que cuando llegaron al Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa, les sorprendió la escena de devastación que sus ojos veían.
Lupita se le había caído un muro completo que pesaba más de dos toneladas, pero lo que le salvó es que una silla y una charola que se usa para colocar a los bebés le protegieron la cabeza y parte de su cuerpo.
Carlos Ceja recuerda que cuando la sacaron entre las piedras, ella abrazaba la incubadora.
"En todo momento protegió a ese bebe, que también se le dio los primeros auxilios en la ambulancia de terapia intensiva de la Cruz Roja y por lo que nos comentan ese bebe se salvó", señala Carlos Ceja.
La enfermera estuvo internada siete días en el Hospital de la Cruz Roja.
Fernando Suinaga, presidente de la Cruz Roja Mexicana le entregó una despensa de apoyo y dijo que en el día de la tragedia esta institución realizo 17 traslados a diferentes hospitales.
tpc