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Dos de las cinco víctimas de la explosión en Cuajimalpa que fueron trasladadas al Hospital General de Xoco fueron dadas de alta, reportaron sus familiares.

Se trata de Rafael Camacho, de 35 años, que sufrió quemaduras de primer grado y de Perla Quebrada Herrera, quien también recibió el pase médico.

Quebrada, es una enfermera de 31 años que trabajaba en el departamento de maternidad cuando explotó la pipa de gas.

La joven tiene golpes en la espalda, comentó a EL UNIVERSAL su tía Patricia.

"Ella trabajaba en el turno de noche y normalmente termina a las 7:00 de la mañana, pero nunca salen a la hora exacta y pues pasó esta tragedia", dijo.

Perla fue dada de alta a las 16:15 horas y al salir del hospital abrazó a su tía llorando, visiblemente afectada por lo ocurrido horas antes.

Otras tres víctimas siguen hospitalizadas con quemaduras de segundo y tercer grado y golpes en la cabeza, espalda y piernas.

Entre esas víctimas está Vicente Martínez, empleado del Hospital Materno Infantil, cuya hija, Dulce, se quedó esperando afuera del hospital.

Vicente sufre de quemaduras de segundo y tercer grado. Estaba a unos pasos de la pipa de gas cuando ésta explotó.

"La fuga ya había sido reportada desde hace tiempo, pero se tardaron mucho en repararla y explotó. Mi papá sufre de quemaduras y golpes en la cabeza y tobillo, pero nos dijo que está bien. Los médicos nos dijeron que está estable", afirmó Dulce.

La casa de Dulce se encuentra cerca del Hospital Materno Infantil. Su abuela llamó mientras EL UNIVERSAL platicaba con ella.

"Protección Civil está vigilando y monitoreando. Dijeron que estaba prohibido prender cualquier cosa", comentó.

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