No me gustaría seguir entre bares
MOTIVACIÓN. Sandra Quezada asegura que la sola idea de ser uno más de los jóvenes sin estudios, la impulsa a salir adelante. (Foto: ARIEL OJEDA EL UNIVERSAL )
rafael.montes@eluniversal.com.mx
Sandra Quezada vive rodeada de bares. Su casa está a una cuadra de la Plaza Garibaldi porque su padre es mariachi y al salir a la calle, en la esquina de Perú y Eje Central, suele ver borrachos, drogadictos y niños abandonados.
Por eso, la joven de 16 años de edad asegura que la sola idea de ser uno más de esos jóvenes sin estudios, la impulsa a salir adelante.
Ayer, en la preparatoria José Guadalupe Posada, construida en el predio de la ex vecindad La Fortaleza, en Tepito, Sandra fue reconocida por ser de los mejores promedios en la escuela abierta el año pasado.
Llegó allí quizá por error o por azar: su registro para hacer el examen de ingreso a bachillerato se le perdió y no pudo aplicarlo, pero encontró esta prepa.
Antes de salir de la secundaria quiso desertar, pero “pensé en esos bares y dije ‘no quiero quedarme aquí’, y eso fue lo que me impulsó”.
Ahora Sandra quiere estudiar medicina forence, porque “en el lugar donde vivo es lógico pensar que hay muerte; he visto que hay gente que desconoce las causas de esas muertes; yo quiero conocer más”.
Aunque en un principio le daba vergüenza decir que estudiaba en Tepito, por su mala fama, ahora se siente contenta de salir adelante.