Estudio por mí; ya estoy grande
ESMERO. Pese a que fue expulsado del CCH hace seis años, Cristofer Jair recibió una minilaptop por su elevado promedio. (Foto: ARIEL OJEDA EL UNIVERSAL )
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Una tarde mientras vendía tenis en un puesto de Tepito, en donde nació hace 22 años, la abuela de Cristofer Jair llegó a platicarle que en Jesús Carranza 33, donde estaba La Fortaleza, había una preparatoria y que ahí podía continuar sus estudios.
Hacía seis años que Cristofer había desertado del CCH por “andar en el despapaye” y aunque había retomado sus estudios en un bachillerato del Instituto Nacional de Bellas Artes, también allí fracasó.
Sin embargo, ayer el joven de 22 años recibió un reconocimiento y una minilaptop por ser uno de los mejores promedios de la preparatoria José Guadalupe Posada, ubicada en el corazón del Barrio Bravo.
“Esto lo hago por mí, porque dije ‘ya estoy grande’, pero sí veía que mis papás estaban decepcionados de mí y siento que ahorita, después de toda esta ceremonia, me dio gusto verles la cara de orgullo, fue algo que hace muchos años no había visto en ellos”.
Cristofer platica que él nunca ha consumido drogas, a pesar de que algunos de sus amigos sí cayeron, delinquían e incluso a uno lo mataron.
El joven que quiere ser escritor, guionista o periodista asegura que la diferencia para no tomar un mal camino es “el núcleo familiar”.