Desde Israel, claman por su hija desaparecida en México
Danya Rishpy, cuya hija menor Dana desapareció hace exactamente un año y cinco meses en Cancún, sigue esperando.
Ella y su esposo Dror, padre de Dana, junto a todos sus hijos y a otros 250 israelíes -tanto familiares, como amigos y gente que simplemente quiso apoyar- manifestaron el sábado por la noche frente a la Embajada de México en Tel Aviv.
En el marco del esfuerzo internacional "Iluminemos México", contra la violencia y los secuestros en el país, los Rishpy eran un eslabón más. Pero para la familia, Dana es el mundo entero.
"Hacia afuera, trato de mostrarme fuerte y de seguir adelante, porque tengo a mis padres, de más de 90 años, y tengo otros hijos, también nietos", cuenta Danya a EL UNIVERSAL.
"Pero por dentro, no hay palabras para describir lo que se siente, lo que es vivir con esta incertidumbre. La esperanza no se pierde, pero es mucho tiempo sin saber nada. Dana nos hace mucha falta".
A los casi 25 años de edad, Dana viajó de paseo desde Estados Unidos (donde averiguaba cierta posibilidad de estudios) a México. A su familia, el destino le pareció más seguro que alternativas antes mencionadas, especialmente cuando se enteraron de que pensaba llegar a Cancún. En un centro turístico con tanta gente, pensaron, no hay de qué preocuparse.
Hoy, en medio de la impresionante nebulosa que ha caído sobre sus vidas, lidian con la difícil combinación entre la incertidumbre y una información que por ahora no les ha conducido a nada.
Alcanzaron, antes de comprender que Dana había desaparecido, a recibir un mensaje suyo en el cual contaba sobre un turista de Estados Unidos al que había conocido y con el que saldría a una fiesta en Tulum.
Luego, se perdió totalmente su rastro. El hombre, conocido como una figura compleja y peligrosa -lo cual fue averiguado después, por cierto, a través del FBI- fue ubicado e interrogado, pero hizo uso de su derecho a no declarar, lo que dejó a todos en la oscuridad.
"La sospecha no es suficiente para que se lo detenga"- explica la madre de Dana con preocupación.
En el casi año y medio transcurrido desde la desaparición de Dana, sus padres han intentado mover cielo y tierra, tanto autoridades policiales como instancias jurídicas en México.
"Un comandante nos ha prometido que hará todo lo necesario para encontrarla, que nos comprende bien, porque también él tiene una hija", cuenta Danya, pero agrega que "por ahora, los resultados no son alentadores, y nosotros seguimos esperando a Dana".
Ahora , a diferencia de lo sucedido en los primeros meses, también la policía israelí está involucrada en el caso, lo cual da fuerza a los Rishpy, que estiman que con una campaña de mayor envergadura, hay más probabilidades de éxito." Ha habido casos de gente que apareció después de tres años, que la creyeron muerta pero no era así", dice con cautelosa esperanza.
"Claro que pensamos también en la posibilidad de que le haya sucedido lo peor, de que no esté con vida", afirma la madre de Dana.
"Pero no sólo eso es difícil, también pensar que la estén tratando mal, qué le pueden haber hecho, que tenga frío y yo no estoy con ella para cuidarla".





