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Los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, fueron privados de la libertad, privados de la vida, incinerados y arrojados al río San Juan, “esta es la verdad histórica de los hechos”, dijo el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, al señalar que las pruebas aportadas por la ciencia y un análisis lógico-causal permiten conocer lo que sucedió el 26 y 27 de septiembre de 2014 en los municipios de Iguala y Cocula.

Al presentar los avances de la investigación sobre la desaparición de los jóvenes, el procurador dijo que las conclusiones de la PGR están basadas en “39 confesiones: desde los policías, hasta los que actuaron materialmente; 487 peritajes; 386 declaraciones y 153 inspecciones ministeriales, todas vinculadas y consistentes para ratificar los hechos aquí señalados”.

“Esta es la verdad histórica de los hechos basada en las pruebas aportadas por la ciencia, como se muestra en el expediente, y que ha permitido ejercitar acción penal en contra de los 99 involucrados que han sido detenidos hasta hoy, permitiendo el actuar del Ministerio Público de la Federación, que ha solicitado la imposición de las penas más altas que la legislación contempla”, explicó el funcionario.

En conferencia de prensa dijo que los elementos aportados en las investigaciones “son suficientes para determinar que ahí los mataron y los incineraron [en el basurero de Cocula], yo le diría sí, y mucho más que en muchos otros casos; hay cuatro confesiones, no una, hay cuatro confesiones de autores materiales, de los policías que los trasladaron a ese lugar y se los entregaron a estas gentes, hay identificados cuatro de ellos plenamente”.

Para la Procuraduría, la detención de Felipe Rodríguez Salgado, 'El Cepillo', fue una de las principales líneas de investigación para conocer qué fue lo que sucedió hace cuatro meses.

Según la PGR, Rodríguez Salgado recibió la llamada de una persona identificada como 'Chucky', quien aún se encuentra prófugo, en la que le ordenaba que se trasladara al lugar conocido como “Loma del Coyote”, para que le entregaran unos “paquetes” —clave con la que se referían a los estudiantes—, porque los identifican como integrantes del grupo criminal de Los Rojos.

La entrega la realizaron policías municipales de Iguala y Cocula a los Guerreros Unidos. Los jóvenes fueron trasladados al basurero de Cocula, donde se les interrogó, ejecutó e incineró. Después, 'El Cepillo' se retiró del basurero y fue a casa de Gildardo López Astudillo, alias 'El Gil', a la espera de más instrucciones.

Al regresar de nuevo al basurero, 'El Cepillo' instruyó a Patricio Reyes Landa, 'El Pato', comprar bolsas de basura para recoger las cenizas y tirarlas al río San Juan.

Aunque la PGR informó que 99 personas han sido detenidas, comentó que existen seis órdenes de aprehensión más por cumplimentar. La dependencia explicó que algunas de las personas serán consignadas por los delitos de delincuencia organizada y en algunos casos lavado de dinero.

En el caso de María de los Ángeles Pineda, esposa del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, se integra una expediente sólo por lavado de dinero, ya que no puede ser acusada de desaparición forzada pues no ocupaba un cargo público.

Los antecedentes

La PGR dio a conocer un video en el que se explica cómo se dieron los sucesos. Según la dependencia, a las 13:00 horas del 26 de septiembre los alumnos llegaron en dos autobuses a Iguala. Seis horas después, y tras realizar un boteo, abordaron las unidades para dirigirse al municipio de Tixtla.

Durante el trayecto fueron identificados por un halcón, quien informó de su presencia a la organización Guerreros Unidos. Según la PGR, uno de los estudiantes ubicado como 'El Cochiloco' recibió una llamada en la que le pidieron ayuda sus compañeros para tomar más autobuses, por lo que se trasladaron de nuevo a la Central de Iguala, donde tomaron un autobús más, pero lesionaron a un conductor que se opuso.

Minutos después los detuvo una patrulla de la policía de Iguala, pero los elementos fueron replegados al ser superados en número por los estudiantes. Al continuar su camino los interceptaron más patrullas en la calle Juan N. Álvarez, por órdenes del ex presidente municipal José Luis Abarca.

En el lugar dialogaron con los elementos, pero al no llegar a ningún acuerdo, según la PGR, los jóvenes comenzaron a agredir a los policías con piedras, y los uniformados respondieron con disparos de arma de fuego.

Hallan evidencias

Sobre la incineración de los cuerpos en el basurero de Cocula, se determinó que el área total del fuego fue de 140 metros cuadrados, donde se encontraron alambres de acero pertenecientes a las llantas que se quemaron, las rocas fracturadas y calcinadas, y los restos humanos carbonizados que ardieron a mil 600 grados centígrados. Al final se recuperaron 60 mil fragmentos óseos, pero sólo 17 fueron útiles para intentar identificar a las víctimas.