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Al festejar 86 años del PRI como organización política, los priístas aludieron a la crisis de confianza de la sociedad mexicana hacia la política, las instituciones y los políticos. Llamaron a no confiarse en triunfos fáciles, a tener acercamiento con la sociedad y sobretodo, ganar credibilidad.

“Hoy que conmemoramos el 86 aniversario (del PRI), la política está puesta a prueba, circunstancias de dentro y fuera, unas que han desgarrado el tejido social, otras que han dificultado el crecimiento económico, todas han puesto en entredicho la eficacia del poder público, han provocado incertidumbre al punto de la desconfianza”, exclamó el dirigente nacional del Revolucionario Institucional, César Camacho Quiroz.

Con una sesión extraordinaria del Consejo Político Nacional (CPN) en donde el nombre de Enrique Peña Nieto fue nombrado en más de 10 ocasiones, el priísmo celebró con menos de una decena de sus gobernadores en turno, sólo la presencia de su coordinador en el Senado, Emilio Gamboa, unos cinco ex dirigentes nacionales y poco más de 450 consejeros nacionales de los 700 que tiene.

Asistieron los nueve candidatos a las gubernaturas que se disputarán el 7 de junio próximo, y más de un centenar de aquellos que buscarán ser diputados federales de mayoría relativa y de representación proporcional.

El secretario técnico del Consejo Político Nacional, Joaquín Hendricks, refirió que existe una crisis de confianza por parte de los ciudadanos hacia la política, los partidos políticos y las instituciones. La crisis, añadió, se da principalmente en temas político-electorales y de ésta todos los políticos son corresponsables.

“No podemos ufanarnos de triunfos electorales pírricos, el triunfo no sólo es ganar, tenemos que sumar sociedad y ganar credibilidad”, señaló.

Hendricks advirtió que los partidos políticos no deben ser un espacio de privilegio para unos cuantos, toda vez que lo que se necesita son votos pero no electorales, sino de confianza.

La candidata del PRI al gobierno de Nuevo León, Ivonne Álvarez, habló a nombre de todos los que aspiran a ganar una gubernatura en junio próximo. A la militancia le advirtió que se tiene el desafío de consolidar el proyecto del partido.

“Vamos a ganar sin meterle el pie a nadie”, aseveró, “sin guerra sucia, porque el PRI no la necesita”.

El dirigente de los jóvenes tricolores, Christopher James Barousse, apuntó que el PRI de hoy es diferente, es aquél en donde ya no existen líderes mesiánicos, no existe el acarreo, “las matracas ni las tortas”, para atraer votos.

César Camacho Quiroz, presidente nacional del partido, aseveró que los priístas de hoy son protagonistas de un proceso histórico que atraviesa una crisis evolutiva, un momento difícil en el que coinciden cosas de un pasado que ya no se quiere, con otras de un futuro, que aunque se anhela, no se ha alcanzado.

Hizo referencia a los 12 años de gobierno del PAN; llamó a evitar lo que se tuvo en los primeros seis años: inmovilidad, y en otros seis: violencia.

Defendió la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, en la cual —presumió— se han hecho reformas transformadoras, además de que se detuvo a la mayoría de los involucrados en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, y un buen número de delincuentes.