Equipo de la CIDH se une a búsqueda de 43
INTERNACIONAL. El país ha recibido alrededor de mil 885 recomendaciones de Derechos Humanos a través de organismos de la comunidad internacional. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
Con una inversión de un millón de dólares comenzará a operar el equipo de cinco expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que participará en la investigación de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, Guerrero; los especialistas de Chile, Guatemala, Colombia y España prestarán asistencia técnica en una misión de seis meses —que pondrán extenderse—, como se acordó en noviembre de 2014 con familiares y el gobierno mexicano.
Por su parte, el secretario ejecutivo de la CIDH, Emilio Álvarez Icaza, criticó que las acciones que realiza el Estado mexicano para afrontar el caso Ayotzinapa y en general, las desapariciones forzadas de personas, son insuficientes, y consideró que ante la crisis que hay en el país “no podemos esperar más tragedias” para cambiar la situación.
Horas después de estas declaraciones la CIDH dio a conocer los nombres de quienes integran el grupo interdisciplinario de expertos independientes en materia de derechos humanos.
El grupo estará conformado por Francisco Cox (Chile), abogado en derecho constitucional; Claudia Paz y Paz (Guatemala), abogada especializada en derecho penal y derechos humanos; Ángela Buitrago (Colombia), abogada especializada en derecho penal y ciencias criminológicas.
Asimismo, por Carlos Beristáin (España), médico y especialista en educación para la salud y Alejandro Valencia Villa (Colombia), abogado especializado en la defensa de derechos humanos y derecho internacional humanitario.
En un comunicado conjunto las secretarías de Gobernación y de Relaciones Exteriores (SRE), así como la Procuraduría General de la República (PGR), detallaron que el Estado mexicano se comprometió a financiar por completo las actividades del grupo.
Para ello, depósito un millón de dólares, que será administrado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en México.
Los expertos realizarán una verificación técnica de las acciones iniciadas por el Estado mexicano tras la desaparición de los 43 estudiantes.
Tendrán las atribuciones de elaborar planes de búsqueda en vida de las personas desaparecidas; análisis técnico de las líneas de investigación para determinar responsabilidades penales; y, análisis técnico del plan de atención integral a las víctimas de los hechos, a fin de asegurar que se brinde la atención y reparación integral necesaria.
En cada una de las tres áreas de acción del grupo, éste podrá formular recomendaciones técnicas relevantes.
Sobre su tarea, Álvarez Icaza dejó en claro que los especialistas realizarán recomendaciones particulares y generales que se deben cumplir, pero aclaró que su labor “no sustituye la responsabilidad del Estado de hacer lo que le corresponde”.
Problema estructural
El secretario ejecutivo de la CIDH ofreció ayer la ponencia La crisis de derechos humanos en México: ¿Qué puede hacer la comunidad internacional?, como parte del seminario Violencia y Paz que organizó el Colegio de México.
Expuso que ante la comunidad internacional México ha tenido un papel protagónico y de apertura, pero que al interior se debe trabajar aún más para atender las mil 885 recomendaciones que organismos extranjeros han hecho al país.
Destacó que se deben destinar recursos económicos suficientes para que se pueda desplegar toda la capacidad del Estado en la búsqueda de las personas. “Recursos hay pero parece que las prioridades no son las mismas”.
A partir de su experiencia indicó que existen deficiencias en la procuración de justicia, por lo que junto con la impunidad, son problemas estructurales que causaron la actual crisis en derechos humanos que se vive en México, país que además ocupó durante 2014 el primer lugar de denuncias ante la comisión interamericana.
Dijo que la existencia de un Plan Nacional de Derechos Humanos, de una reforma constitucional en la materia no es cosa menor, “pero la distancia entre esto y las debilidades es muy grande”.Recalcó que “no podemos esperar más tragedias” para transformar la situación. En ese sentido, dijo que pese a ello, la esperanza es una brújula “porque si la perdemos entonces sí, lo peor está por venir. Así que no sólo tenemos esperanza, a huevo la construimos”.