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Walther Parson, jefe del laboratorio del Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck, en Austria, reconoció que son escasas las posibilidades de éxito de los nuevos peritajes que se realizarán con una técnica avanzada, para determinar si los restos que le enviaron corresponden a los de algunos de los normalistas de Ayotzinapa, Guerrero.

EL UNIVERSAL consultó al experto sobre la nueva fase de peritajes que se realizarán a los 16 fragmentos óseos que la Procuraduría General de la República (PGR) localizó en el basurero de Cocula, Guerrero, y que se presume podrían corresponder a los 42 jóvenes que aún están desaparecidos.

Sobre la aplicación de un método más avanzado para analizar muestras genéticas que pudieran extraerse de los restos, Parson indicó: “Aún hay una escasa posibilidad de que los resultados sean positivos en este caso”.

Detalló que se trata de “una nueva tecnología llamada Secuenciación Masivamente Paralela (Massively Parallel Sequencing, MPS), que puede ser utilizada como una importante herramienta de investigación”.

Parson dijo que “el MPS tiene una serie de ventajas sobre los métodos convencionales de investigación del ADN. Esta tecnología es utilizada en la ciencia forense para el estudio de muestras adicionales”.

El Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck tiene cerca de dos años de experiencia con la tecnología del MPS , y ha dirigido numeroso análisis con este método con resultados positivos, dijo.

“Este método ha sido utilizado en aquellos casos en los que el análisis del DNA ha fallado”, destacó el experto.

Aunque en este caso admitió que las condiciones de las muestras no han permitido tener dos fases de peritajes exitosas, y en la aplicación de la nueva técnica reconoció que también son escasas las expectativas de extraer material genético que permita la identificación de los restos.

El investigador indica que a partir del análisis del ADN nuclear fue posible identificar a una sola persona, lo cual fue reportado a las autoridades mexicanas en diciembre de 2014.

“Las otras 16 muestras no contenían suficiente ADN intacto para permitir mayores identificaciones. El análisis del DNA Mitocondrial también dio negativo en cada una de las 16 muestras. En el caso del análisis mitocondrial, éste tiene más células que las que contiene el ADN”, detalla.

Parson explicó que el estudio sugiere que el exceso de calor destruyó el DNA nuclear y mitocondrial de los cuerpos, por lo que ya no podrá ser utilizado con éxito.

Por ello, se requerirá la aplicación de la técnica más avanzada, aunque representa también la última oportunidad para poder determinar si los restos recuperados del municipio de Cocula, de las márgenes del río San Juan, corresponden o no a los 42 normalistas que aún están desaparecidos.

Hasta el momento, este laboratorio de Austria ha podido indentificar sólo uno de los restos. En la primera fase de peritajes se concluyó que los fragmentos óseos corresponden a Alxander Mora Venancio, con lo que se confirmó su deceso.

El titular de la PGR, Jesús Murillo Karam, ha declarado que con este resultado —y a pesar de que no se ha podido determinar a quiénes pertenecen el resto de las muestras— se confirma la investigación que realizó la dependencia, de que en el basurero de Cocula los 43 estudiantes fueron asesinados, y que en el lugar se prendió una hoguera que alcanzó los mil 600 grados centígrados, para calcinar los cuerpos.

De acuerdo con las declaraciones de los presuntos responsables, uno de los líderes del grupo criminal Guerreros Unidos dio la orden para que no quedara huella alguna del crimen colectivo, por lo que después de que se consumió la pira los huesos que quedaron fueron fracturados, y la mayoría lanzados en bolsas de plástico al río San Juan. Sólo el contenido de una de ellas se logró rescatar con 17 restos.

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