Violencia desplaza a familias
MIEDO. Familias dejan sus casas en busca de un lugar seguro. (Foto: RAMÓN ROMERO / EL UNIVERSAL )
marco.muedano@eluniversal.com.mx
EL CARRIZO, Apatzingán.— A primera hora Laura decidió sacar a su familia. Empacó un poco de ropa y tomó algunos documentos. Sin mirar atrás encendió la camioneta y salió junto con su familia de la comunidad que la vio crecer.
“No hay nadie, el pueblo está vacío”, comenta.
Laura, junto con sus hijos, su mamá y papá, quedó atrapada en el fuego cruzado que duró más de cuatro horas durante la tarde y noche del martes. Por un lado, grupos de autodefensas se atrincheraron sobre la carretera, mientras que integrantes del crimen organizado disparaban desde los cerros que se encuentran en las inmediaciones.
“Cuando dejamos de oír los disparos nos quedamos agachados, nadie se paró, nos escondimos debajo de las camas y la mesa. Teníamos miedo de que algo pasara”, narra. Al comenzar a salir el sol, empacó algunas cosas y encendió la camioneta para dejar la comunidad donde vivía.
“Voy con unos familiares, no es seguro aquí. Uno aguanta, pero para los niños no es seguro. No sé cuándo voy a regresar”, menciona, mientras enciende la camioneta para salir a la carretera Apatzingán-Cuatro Caminos.
La decisión que tomó Laura es la misma que decidieron más de 30 familias de esta comunidad ante el riesgo que representa vivir en sus hogares. Los enfrentamientos que se registraron el martes los obligó a dejar sus casas en la búsqueda de un lugar seguro donde ir a vivir.
“En esta comunidad ya no hay habitantes, por lo mismo, porque se salieron por el miedo que sienten con esto que está pasando”, refiere uno de los pobladores que se unió a las autodefensas para poder ingresar aquí.
Metros adelante del Carrizo, en el poblado de La Cofradía, la realidad no es muy diferente. Aquí no hay nadie, las casas están vacías y sólo en algunas se puede ver unos habitantes que se preparan para el éxodo. Ante el temor de sufrir represalias del crimen organizado prefieren guardar el anonimato.
“Por algunos momentos el cerro se veía iluminado. Desde ahí disparaban a las casas del otro poblado. También se escuchó una explosión, pero no salimos, teníamos miedo”, relata un habitante.
De acuerdo con autoridades de la Policía Federal, durante la tarde del martes pasado, se registraron enfrentamientos entre integrantes de Los Caballeros Templarios y autodefensas en los poblados de Cancita, El Carrizo y la Cofradía.
Los reportes indican que no hubo bajas de ningún bando. Los enfrentamientos que se registraron en los límites de Apatzingán y Parácuaro llevaron a la suspensión de clases en los municipios de Parácuaro y Múgica.
Sobre los disparos de arma de fuego que duraron más de cuatro horas, la Secretaría de Gobernación (Segob) emitió un comunicado la noche del martes, en el que afirmaba que sólo se registraron “disparos aislados”.
Tras la reyerta, personal de la Policía Federal realiza recorridos en la zona, mientras que integrantes de las autodefensas se encuentran a cargo de la seguridad.
Apatzingán y Parácuaro son dos de los 27 municipios en los que el gobierno federal asumió la seguridad de la zona por la presencia de la organización criminal Los Caballeros Templarios.