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Los gobiernos de Texas, Arizona, Nuevo México así como legisladores del Partido Republicano solicitaron legalmente al gobierno de Estados Unidos el envío de la Guardia Nacional, para reforzar la seguridad en la frontera con México, y con ello hacer frente a la crisis humanitaria de menores ilegales que ingresan a ese país.

Las peticiones por escrito de los gobiernos fronterizos de Estados Unidos, así como de legisladores clave en el Congreso, coinciden en que la Guardia Nacional debe ser desplegada inmediatamente; y una iniciativa de Dave Schweikert —congresista republicano por Arizona—, plantea que se envíen por lo menos 10 mil miembros a petición de cualquier gobernador de los estados que comparten frontera con México.

Con ello se revertiría la reducción de miembros de la Guardia Nacional que se registró en diciembre de 2011, cuando el gobierno de Estados Unidos determinó que pasarían de mil 200 a 300 elementos, y procedió a aumentar el personal civil de agencias federales fronterizas así como la vigilancia aérea por parte del Pentágono.

Michael McCaul, presidente del Comité de Seguridad Nacional en la cámara baja federal, urgió a la administración de Barack Obama a enviar inmediatamente a la Guardia Nacional a la zona limítrofe con México para realizar su principal misión: asegurar la frontera, expuso a EL UNIVERSAL.

De hecho, el gobernador Rick Perry solicitó al Comité de Seguridad Nacional de la cámara baja el despliegue de mil miembros de la Guarda Nacional en Texas para apoyar a las autoridades de migración.

El gobierno de Texas explicó a este medio que han tenido que gastar 1.3 millones de dólares extra por semana, para reforzar la seguridad en la frontera con México, sin que se resuelva aún la crisis, lo cual implica una suma adicional a los 500 millones de dólares aplicados desde 2005 para asegurar la línea fronteriza.

Texas es uno de los estados fronterizos de Estados Unidos más afectados por el arribo de más de 52 mil menores de edad, la gran mayoría procedentes de países de Centroamérica, que viajaron solos hasta territorio estadounidense, señaló el gobierno texano.

Por ello, la administración de Perry pidió a los miembros del Comité de Seguridad Nacional realizar una visita al Valle del Río Grande en la zona de McAllen, la región que más se ha visto afectada por la masiva migración de menores ilegales que han llegado hasta ese punto.

En tanto, Dave Schweikert, congresista republicano por Arizona, externó que el drástico aumento de niños ilegales sin compañía detenidos por agentes federales a lo largo de la frontera suroeste, está provocando que se desvíen recursos de las misiones del Departamento de Seguridad Interna, lo que impacta la seguridad nacional, y eso es inaceptable, sostuvo.

La iniciativa del congresista por Arizona propone el despliegue en la frontera de por lo menos 10 mil miembros de la Guardia Nacional a petición de cualquier gobernador fronterizo, y que éstos se mantengan en la región hasta que se tenga el control de la frontera con México, o cuando el gobernante decida prescindir de su apoyo.

En una carta enviada al presidente Obama, el congresista Schweikert urgió el despliegue de la Guardia Nacional y reclamó al gobierno federal las fallas en migración que han provocado que los agentes de la Patrulla Fronteriza estén sobresaturados por la actual crisis de ilegales a Estados Unidos.

“La historia ha probado que el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera suroeste ha incrementado la seguridad al disuadir la migración ilegal”, destacó el congresista, quien subrayó que fallar en tomar una acción inmediata podría tener terribles consecuencias en la seguridad nacional de Estados Unidos.

Por su parte, el gobierno de Nuevo México ha solicitado también la presencia de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad debido a que las instalaciones en esa entidad están saturadas, al punto que camiones con menores indocumentados han sido enviados a California y Arizona.

“Uno de los elementos adicionales de desplegar a la Guardia Nacional en la frontera es que reducirá la migración y las protestas de estadounidenses en contra de que los menores ilegales se queden en Estados Unidos, así como de las organizaciones no gubernamentales que piden sean asilados”, explicó un funcionario del gobierno de Nuevo México, quien pidió anonimato.

La senadora Kelli Ward, republicana por Lake Havasu City pidió a Jan Brewer, gobernadora de Arizona, el despliegue inmediato de la Guardia Nacional, así como permitir el ingreso a Arizona de los camiones con menores ilegales que proceden de Nuevo México.

EL UNIVERSAL dio a conocer que el aumento de menores ilegales centroamericanos ha generado que se aperturen refugios temporales, con subsidios del gobierno federal de Estados Unidos, en los estados fronterizos con México.