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Para la Procuraduría General de la República (PGR), los estudios de ADN que llevaron a la identificación de Alexander Mora Venancio, uno de los 43 estudiantes normalistas desparecidos el pasado 26 de septiembre, confirman las investigaciones realizadas por el Ministerio Público federal sobre la forma en que desaparecieron y fueron privados de la vida los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero.

El titular de la dependencia, Jesús Murillo Karam, explicó que al analizar los restos óseos hallados en una de las bolsas extraídas del río San Juan, en Cocula, Guerrero, se determinó que corresponden a los de Alexander, quien fue privado de la libertad por un grupo de policías de Iguala, quienes a su vez, lo entregaron a la organización criminal Guerreros Unidos.

“Esta prueba científica confirma que los retos encontrados en una de las escenas coincide con la evidencia de la investigación, y con la declaración ministerial de los detenidos, en el sentido de que en dicho lugar y forma se privó al grupo de personas en los términos y señalamientos que se dan en la averiguación”, comentó.

El 7 de noviembre pasado, el procurador explicó la forma en que policías municipales de Iguala y Cocula privaron de la libertad a los estudiantes, y cómo estos fueron asesinados y sus cuerpos calcinados en el basurero, para no dejar huella del crimen colectivo, por lo que restos que quedaron incluso fueron triturados por un grupo de 16 personas.

Ayer, Murillo Karam dijo que a través del análisis de ADN a un fragmento de tejido óseo que corresponde a la parte del esqueleto humano, denominada “ala mayor estenoide” fue como se determinó que las muestras genéticas del joven coinciden con las cotejadas con su padre Ezequiel Mora Chávez y sus hermanos.

“Con base en los datos establecidos por la Universidad de Innsbruck, se determinó que dicha muestra corresponde a un varón que, leo textual: es al menos un billón de veces más probable que se trate del hijo biológico de Ezequiel Mora Chávez, así como hermano biológico de Omar y Hugo Mora Venancio, en comparación con los de cualquier otro individuo no relacionado”, dijo el procurador al dar lectura a los resultados obtenidos por los científicos en el extranjero, de la Universidad de Innsbruck.

Murillo detalló que la parte ósea que permitió la identificación del joven Alexander fue localizada en el interior de una bolsa que fue extraída del río San Juan.

“Al analizar el contenido de una, de la bolsa plástica, la única que estaba completa, encontrada en el río San Juan, fueron hallados residuos, cenizas y elementos óseos, parte de los residuos encontrados en la bolsa pertenecen también a restos metálicos de neumáticos conocidos como radiales, similares a los encontrados en el basurero de Cocula”, indicó.

Refirió que la muestra obtenida fue sometida junto con otras 16 piezas óseas a procedimientos de extracción de ADN nuclear a través de una técnica altamente sensible. Los estudios a los otros restos continúan para tratar de obtener resultados con otras técnicas de investigación forense.

“El perfil genético completo que se extrajo de esta muestra, fue sometido a procedimientos comparativos, utilizando como referencia las muestras proporcionadas por la PGR y por el equipo argentino de antropología forense, consistentes en los perfiles genéticos de los familiares de los estudiantes desaparecidos, dando correspondencia con uno de los grupos familiares”, apuntó el procurador.