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Ante el incremento de condados en Texas, Arizona, Nuevo México y California que se niegan a recibir a los menores ilegales sin compañía, la administración de Barack Obama está solicitando a otros estados recibir a los niños, lo que ha provocado un aumento de protestas.

Entidades como Colorado, que se ubica más al norte de Estados Unidos, han sido visitadas por funcionarios federales para negociar la recepción de menores centroamericanos en albergues temporales.

Ayer, los comisionados del condado Kaufman, en Texas, aprobaron una resolución, en la cual informaron al gobierno federal que no albergarán a los menores ilegales o a cualquier otra persona que proceda de otros países y haya ingresado de manera ilegal al país.

“Nos oponemos a que esas personas vengan por la posibilidad de enfermedades, de narcotráfico y de cosas relacionadas con ello. De hecho, hay indicaciones de enfermedades y de que se está ocultando al público esa información en la Base Aérea Lackland y otros lugares utilizados como refugios”, señala el documento entregado a las autoridades federales.

El congresista republicano por Texas, Michael Burgess señaló que cada menor ilegal está costando a los contribuyentes de Estados Unidos 500 dólares diarios y, en caso de no frenar la masiva migración, la cifra podría llegar hasta los 15 mil dólares por niño, por día, en lugar de destinar ese recurso a cubrir necesidades de los estadounidenses.

En contraste, Nueva York abrió sus puertas a tres mil 300 niños centroamericanos y espera atender a siete mil más en los próximos meses. “La administración está comprometida a hacer todo lo posible para dar la bienvenida a los niños migrantes de Centroamérica que lleguen a la ciudad de Nueva York”, indicó la comisionada de la oficina del alcalde para Asuntos de los Inmigrantes, Nisha Agarwal.

Nueva York se unió con esta decisión a Los Ángeles, la ciudad neoyorquina de Syracuse, el condado de Dallas, en Texas, y al estado de Massachusetts, entre otros, que han abierto sus puertas a los niños migrantes centroamericanos. La generosidad de estas urbes y estados contrasta con la negativa para albergar a niños expresadas por localidades de California, Michigan, Arizona y Maryland, entre otras. (Con información de agencias)