PHOENIX, Arizona.— El secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, dijo ayer que la ola de niños migrantes sin acompañantes que está llegando a Estados Unidos se debe a las malas condiciones en sus países de origen y no a la actual política migratoria del gobierno federal.

Johnson visitó una instalación de procesamiento migratorio en Nogales, Arizona, en la frontera con México, que a diario recibe entre 150 y 200 niños que son detenidos al cruzar la frontera por el sur de Texas.

Los menores migrantes sin compañía, la gran mayoría de ellos procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, son identificados e inspeccionados médicamente en esa instalación antes de ser enviados a albergues temporales en otras partes de EU.

Johnson dijo que más de 47 mil menores han sido detenidos desde octubre pasado y aseguró que esta corriente migratoria es propiciada por las malas condiciones de sus países de origen.

“Las condiciones en Honduras son horribles”, dijo Johnson al citar los altos índices de violencia que se registran en ese país; sin embargo, indicó que nada justifica el que un niño realice un viaje “tan peligroso”.

La jornada de más de mil 600 kilómetros, desde Centroamérica hasta el sur de Texas es peligrosa, y al final no está disponible ningún beneficio migratorio para estos menores, indicó el funcionario.

“Quiero enfatizar a todos, entre ellos los padres de niños, padres que quizá estén considerando enviar a su hijo desde Centroamérica, que se trata de un viaje peligroso y que al final no hay un pase libre, no hay ‘permisos’ —dicho esto último en español— para que sus hijos vengan a Estados Unidos”, manifestó Johnson.

Aproximadamente 900 niños están retenidos en la instalación de Nogales, donde son procesados y luego entregados al Departamento de Salud y Servicios Humanos mientras se tramita su deportación. Con frecuencia son entregados a sus familiares en Estados Unidos antes de completar sus casos en los tribunales de inmigración.

El funcionario federal estuvo acompañado en su visita al centro de procesamiento en Nogales, de la gobernadora de Arizona, la republicana Jan Brewer, una de las más férreas críticas de la actual política migratoria del gobierno federal.

Brewer, al hablar por separado ante los medios de comunicación que cubrieron la visita, dijo que el flujo de niños migrantes se da porque el gobierno federal no ha asegurado aún la frontera.

“Maldición, el gobierno federal tiene un trabajo por hacer”, exclamó.

La funcionaria dijo que la situación actual continuará en tanto no se asegure la frontera y cuestionó, ¿cuánto tiempo más va a durar esta situación? y ¿cuánto es lo que nos cuesta?”.

Por separado, el ministro consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thom Shannon, dijo que combatir a las pandillas o grupos delincuenciales que generan inseguridad, así como incentivar el desarrollo económico y generar empleos son las acciones que impulsa Estados Unidos con Centroamérica y México para evitar la migración de niños y jóvenes.

Agregó que debe mejorar la colaboración, por ejemplo, en asistencia en los países que son expulsores, “de manera especial en el área de seguridad, en la lucha contra Las Maras y la inseguridad que provoca una gran parte de la migración”. (Agencias)