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Entre protestas concluyó en el Senado de la República la ronda de comparecencias de los candidatos a presidir la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) para el periodo 2014-2019, quienes coincidieron en la necesidad de que el organismo recupere la credibilidad de la sociedad para afrontar la crisis en materia de derechos humanos por la que atraviesa el país.

Ahora corresponderá a las Comisiones Unidas de Derechos Humanos y Justicia elaborar un dictamen con el candidato que consideren más idóneo para presidir la CNDH pues, según la convocatoria, quien sea electo deberá rendir protesta al cargo el próximo 13 de noviembre.

El 15 de noviembre concluye el mandato del ómbudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, quien busca su reelección y también compareció este jueves.

Cuando comenzó la segunda y última la ronda de comparecencias, afuera, en el acceso de visitantes, se negó durante unos minutos el ingreso de personas que querían presenciar la sesión que encabezó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, la senadora perredista Angélica de la Peña.

Mientras tanto, en el interior, en la entrada a palcos, personal de seguridad del Senado custodió el acceso y con el argumento de que ya no había lugar impidió el paso a algunas personas que gritaron y golpearon la puerta para exigir su ingreso. Después de una hora se fueron del lugar y la entrada siguió restringida.

Los aspirantes

Entre los candidatos que expusieron su plan de trabajo estuvo el ex visitador de la CNDH, Mauricio Farah Gebara, quien expuso que, de resultar electo al cargo, propondría la no reelección del ómbudsman, garantizar su independencia y rendición de cuentas, así como fortalecer la relación con las organizaciones de la sociedad civil.

El experto en temas migratorios fue cuestionado sobre la supuesta existencia de “padrinos poderosos” que lo apoyan en su aspiración, a lo que Farah Gebara respondió que tiene muchos amigos de diversas fuerzas políticas, pero aseguró que él actúa no por influencias, sino siguiendo sus propias convicciones.

El abogado general de la UNAM con licencia, Luis Raúl González Pérez, manifestó que se debe replantear a la comisión y recuperar la vocación que fundamentó su creación. En ese sentido, indicó que debe centrar su actuación en las víctimas, permanecer independiente del gobierno y no favorecer intereses individuales o de grupo como —dijo— ha ocurrido en la actual gestión de Plascencia.

La senadora del Partido del Trabajo (PT), Layda Sansores, le expresó que su reputación está en duda debido a las denuncias hechas por algunos académicos de la UNAM que han acusado la existencia de una “mafia” dentro de la institución educativa.

El también ex funcionario de la CNDH rechazó esta acusación y pidió a los senadores valorar los 35 años de experiencia en los que, aseguró, “mi reputación ha sido intachable”.

Tocan caso Tlatlaya

Ricardo Bucio, presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación con licencia, destacó que el próximo titular de la CNDH deberá afrontar la pérdida de credibilidad ocasionada, entre otros problemas, por la falta de una respuesta adecuada a la necesidad de justicia de las víctimas, por lo que destacó que en caso de resultar electo enfocaría su trabajo a la atención de las personas que sufren violaciones a los derechos humanos. Dijo que tiene que ser la comisión la que busque a las víctimas y que se debe combatir la dilación en las resoluciones, ya que ha causado incluso la pérdida de vidas humanas.

Los senadores preguntaron a Bucio cómo se debieron resolver casos como los acontecidos en Tlatlaya e Iguala, ante los cuales consideró que se debió hacer un trabajo con más apego a las víctimas y garantizar su protección, así como no adelantarse y hacer declaraciones sin concluir con las investigaciones.

Luis González Plascencia, ex ómbudsman del Distrito Federal, indicó que la actual crisis en derechos humanos obedece, entre otros aspectos, a las incompetencias que se han cometido en la CNDH y expresó a los senadores que en sus manos está la legitimidad del organismo, por lo que consideró que la elección del nuevo presidente no debe ser producto de una decisión política, sino que debe estar basada en que la persona ofrezca hechos y no simples promesas.

Los senadores le cuestionaron por qué no se reeligió en su cargo como titular de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, a lo que González respondió que se debió a cuestiones de salud y destacó que las actuaciones al frente de ese organismo se hicieron con total autonomía de la administración capitalina.

En una sesión que se extendió hasta casi cumplirse siete horas, también comparecieron Luis Ponce de León, Eduardo Moreno Baños, María del Carmen Acosta Jiménez, Miriam Cárdenas, Lucero Benítez Villaseñor, Raymundo Gil Rendón y Salvador Abascal Carranza, quienes consideraron que la CNDH debe tener un mayor acercamiento con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y que todos sus fallos tienen que ser emitidos sin compromisos de ningún tipo con funcionarios públicos o presiones de los partidos políticos.