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La maquinaria diplomática empezó a moverse sólo cuando al más alto nivel se decidió una nueva narrativa. Eso fue el primer gran paso que desencadenó que la relación entre México y Francia se reconstruyera luego del enfriamiento vivido por el caso de Florence Cassez, una francesa acusada y detenida en México en 2005, por formar parte de un grupo de secuestradores.

Así lo asegura el subsecretario de Relaciones Exteriores Carlos de Icaza, quien recuerda que en octubre de 2012, los presidentes de Francia Francois Hollande y el entonces electo de México, Enrique Peña Nieto, decidieron un enfoque diferente que consistió en “dar vuelta a la página” y privilegiar el respeto al Estado de derecho de los dos países.

“Dejaron que temas que corresponden al juicio de los tribunales, y no al diálogo político, fueran dirimidos por la justicia sin interferencias del Poder Ejecutivo”, dice en entrevista el embajador De Icaza, quien representó a México en Francia, de 2007 a 2012.

Decidieron además crear un Consejo Estratégico Franco Mexicano, donde cada presidente convocó a legisladores, políticos, intelectuales, académicos y empresarios, a fin de reunirse y realizar recomendaciones. Luego se dieron las visitas de los cancilleres a ambos países.

El desencuentro entre ambos países se dio a los más altos niveles y sólo por esa vía podía volver a tejerse un entramado de relaciones. El más claro ejemplo, cuando en 2011, la Secretaría de Relaciones Exteriores suspendió las actividades del festival cultural Año de México en Francia, después de que el presidente Sarkozy anunciara que el evento estaría dedicado a Florence Cassez.

“El mejor diplomático del mundo no puede resolver un problema en una relación bilateral si no se da un cierto entendimiento al más alto nivel. Lo que realmente hace caminar la relación en todos los sentidos, es cuando los dos jefes de Estado dicen ‘mira vamos a ir en esta dirección’ y es a partir de ahí que funcionarios públicos de todos los niveles podemos hacer mejor nuestro trabajo”, advierte el ex embajador.

La Suprema Corte de Justicia de la Nación otorgó en enero de 2013 un amparo a Cassez y ordenó su liberación inmediata por violaciones al debido proceso.

—¿Si la Suprema Corte hubiera fallado en otro sentido y la ciudadana francesa estuviera en actualmente en prisión, la relación caminaría como hasta hoy?

—El hubiera no existe, nosotros tenemos que trabajar en diplomacia con realidades y no me corresponde entrar en especulaciones, me corresponde hacer un esfuerzo que se está volviendo exitoso.

—¿Pasara lo que pasara, la relación iba a mejorar?

—Lo que vemos hoy es consecuencia de lo que sucedió en octubre de 2012, cuando dos jefes de Estado deciden buscar una nueva relación estratégica. La visita del presidente francés en estos días, para firmar unos 35 acuerdos, es la culminación de este esfuerzo.