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Una de las prioridades de la Cruzada Nacional contra el Hambre (CNCH) este año será reducir la pobreza urbana, ya que 36 millones de mexicanos, de los 53 que viven en pobreza, habitan en este tipo de municipios. Hoy, a un año de que el presidente Enrique Peña Nieto arrancara la estrategia en Las Margaritas, en Chiapas, Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), entregará los resultados de 2013, además de un plan de trabajo de lo que se espera durante este 2014.

En entrevista con EL UNIVERSAL, la funcionaria afirma: “Queremos retomar con fuerza la pobreza urbana, no haber atacado este problema ha generado estados críticos para el país, muchos de estos polígonos son zonas de asentamientos irregulares, no llegaron ayer, llevan décadas, pero han sido invisibles. Esta pobreza es la que más nos golpea como país, genera resentimiento, polarización social y violencia”.

Ahora se prevé que Sedesol, la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) trabajen en estos polígonos, como Acapulco, Ecatepec y Gómez Palacios, para proporcionar una “estrategia coordinada” de combate a la violencia y la marginación.

Ayer también se incorporaron a este esquema todos los municipios de la zona de Tierra Caliente, en el estado de Michoacán.

La titular de la Sedesol se dice “contenta” de los logros alcanzados durante este primer año de implementada la estrategia, entre los que destaca acercar alimentos de mayor calidad a 3 millones de mexicanos.

Asegura que 2013 fue un periodo de crear infraestructura y romper “con la inercia” del gobierno a no tener estrategias transversales.

“Venimos de una idea del gobierno archipiélago, como si cada secretaría fueran islas, y cada quien llegaba por su lado y sin coordinarse con los gobiernos municipales y estatales, no ha sido fácil porque hay una inercia sectorial de muchos años”, explica.

De los logros durante este primer año, Robles comenta que 70 mil familias tienen ahora acceso a la tarjeta SinHambre para comprar 13 productos básicos en las tiendas Diconsa, es decir, casi un millón de personas; además, ya existen más de 2 mil 500 comedores comunitarios.

Para 2015 se espera lograr la meta planteada para 7.4 millones de mexicanos con carencia alimentaria y pobreza extrema: “Queremos que para esa fecha este sector de la población ya ejerza su derecho a la alimentación”.

Durante este año también se trabaja en estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero en estrategias piloto que den seguimiento a los proyectos productivos, “queremos que coman de estos proyectos, no que se coman los recursos, porque si no hay respaldo se siguen entregando los mismo recursos a las mismas personas”.

Advierte que la CNCH no es la única estrategia de la política social y que se espera el crecimiento del país con las nuevas reformas aprobadas, como la energética, con la que se prevé tener mayores empleos.

Para eso también se capacitará a “egresados” del programa de becas inscrito a Oportunidades, para especializarse en áreas como extracción de gas shell. “Es una idea que ya estamos considerando”, dice la funcionaria.

¿Qué logros señala durante este primer año de la Cruzada Nacional contra el Hambre?

Yo creo que ha sido un año de sembrar y ya estamos cosechando, tuvimos que crear la infraestructura institucional con la coordinación en los tres niveles de gobierno, porque no existía la organización. En realidad la CNCH lleva 10 meses, pero podemos decir que hemos cubierto a 3 millones de personas del universo de 7.4 que nos habíamos trazado; pero probablemente con los beneficiarios de 65 y Más y el Programa de Apoyo Alimentario estamos duplicando esas cifras.

¿Qué retos hay para el próximo año?

Queremos tener una cobertura de aquí a 2015 que permita que 7 millones de mexicanos ejerzan su derecho a la alimentación. En la prospectiva 2014, que entregaremos al presidente [Enrique Peña Nieto], buscamos que con la experiencia ganada el año pasado, cada dependencia concrete los proyectos en los 400 municipios. Ahora nos enfocaremos en las zonas urbanas, así como en 2013 nos fuimos a las localidades marginadas, donde nadie había llegado; ahora nos vamos a ir a polígonos urbanos donde tampoco nadie ha llegado con tres programas: Cruzada Nacional contra el Hambre, Programa para la Prevención del Delito y con el Programa Hábitat, es decir, Sedesol, Segob y Sedatu interviniendo coordinadamente en el territorio, con una estrategia integral.

¿Por qué algunas dependencias reportaron atrasos en las metas de cumplimiento durante 2013?

Para algunas dependencias es más difícil que para otras. Por ejemplo, para la Secretaría del Trabajo plantea que sin industria no hay fuentes para el trabajo, ellos tienen la tarea de definir en qué municipios sí puede entrar; Turismo le tuvo que ver la cuadratura al círculo, ellos tuvieron que rediseñar su participación a través de los pueblos mágicos y municipios indígenas.

¿Se podrán lograr los objetivos de la CNCH si no se tiene un crecimiento del país de 5% anual?

Esa es otra parte, este programa no es toda la política social, es atacar la parte más lacerante y dolorosa de la pobreza extrema, pero nos tenemos que acordar que hay 53 millones de mexicanos que viven en marginación. Toda la estrategia se tiene que rediseñar con base en esto. Pero hay otra parte de las grandes reformas que se hicieron que van a sentar las bases para un mayor crecimiento, que van a generar empleos; hay proyectos de infraestructura que genera empleo regional, y en la medida en que lleguen inversiones petroleras se tiene que traducir en más empleo y más ingreso.