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El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) no puede más que estar de acuerdo en la suspensión de ENLACE en el año 2014, por ser una “prueba no defendible” de la manera que se utilizó para evaluar a los maestros a partir del logro de los alumnos, “fue un error” y se debe reconocer.

Sylvia Schmelkes, presidenta del INEE, coincide con el titular de la Secretaría de Educación Pública, Emilio Chuayffet, en que hubo perversiones en la aplicación de la prueba al vincularse a la entrega de estímulos a maestros, pero también, agrega, al hacerse ranking o clasificaciones para identificar a las mejores escuelas.

Asegura que las escuelas particulares son las que han utilizado el ranking de ENLACE “para promocionarse ellas mismas cuando salen bien. Entonces, a ellas sí les duele mucho que en este momento se rompa la serie histórica” de resultados.

Suspender la prueba un año “no es demasiado grave”; los resultados serían “muy similares a los de 2013”, y ahora es mejor evaluar el instrumento y recuperar lo mejor que tiene.

A 14 años de iniciadas las evaluaciones “masivas de gran escala”, dice que es momento de distinguir la evaluación de alumnos de la de maestros.

“A los maestros no se les puede evaluar a través de la evaluación de sus alumnos; es uno de los errores que hemos cometido, porque lo que aprende un niño depende de muchas cosas”, asegura la funcionaria.

—Durante años, los investigadores denunciaron las prácticas que hoy se dicen fueron perversas para obtener reconocimientos. ¿Hubo oídos sordos por parte de la SEP?

Sí, por la forma visualizar la evaluación como un instrumento de ordenamiento de la política educativa y no como ordenamiento de la pedagogía.

“Si vemos lo que se hizo con los resultados, ninguna de las acciones que se derivaron fueron enfocadas a mejorar la manera de enseñar, lo que sabían los maestros acerca de su materia. No hubo interés por los resultados de la investigación educativa, porque los intereses eran otros”.

La investigadora afirma que los intereses que prevalecieron fueron el premiar, y con ello, también, castigar a profesores y escuelas.

Para la presidenta del instituto, la aplicación de una prueba a todos los estudiantes se convirtió en “una tentación”, por lo que en adelante de no se deberá cometer ese mismo error, deberán ser “aplicaciones controladas” y “evaluar la propia evaluación” por parte de agentes externos al INEE.

Ahora que la reforma educativa hace que la evaluación del sistema esté a cargo del instituto y no de la SEP, Schmelkes del Valle considera adecuada la decisión de suspender la prueba y corregir su propósito.

En la segunda generación de evaluaciones las pruebas deber servir “para mejorar la calidad y equidad de la educación”, comenta.

—En el debate por la cancelación de ENLACE hay quienes acusan que no habrá instrumento para conocer el avance de los niños, incluso, que en adelante no se podrán hacer comparaciones. ¿Qué opina?

Esa visión es un poquito exagerada. La verdad, a la SEP le correspondía hacer la prueba y decidió que no iba a continuar. Nosotros no podemos más que estar de acuerdo, porque sí encontramos que no es una prueba defendible como se ha estado utilizando.

Para elaborar una prueba sustituta se requiere un periodo para pilotear, formar comités que elaboren reactivos, otros que los validen, tiene que ir a campo y regresar. Será en 2015 cuando se tenga una prueba sustituta.

—Si los cambios en educación son lentos, ¿con qué periodicidad se debe evaluar un sistema educativo?

Ver una diferencia en el logro escolar de los alumnos es de muy poquito a poco. A lo mejor no es necesario hacer una evaluación año con año sino con una frecuencia menos periódica, para ver saltos importantes y podamos intentar explicarlos.