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Tras la revisión de videos, en algunos casos de los 11 detenidos el pasado 20 de noviembre no hay elementos suficientes para que se les procese judicialmente, admitió el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

En entrevista radiofónica, reconoció que sí sostuvo conversaciones sobre el tema con el ex diputado Gerardo Fernández Noroña, a quien le comunicó que: “Efectivamente, algunos [casos de los detenidos] no les estábamos encontrando en suficiencia [pruebas] en los videos para seguir con el proceso, y con otros no tanto, y le platiqué de algunos que tenemos detectados en otras manifestaciones, que esto lo está viendo la PGR y que, por supuesto, que si no había nada, iban a salir [de prisión]”.

Fernández Noroña aseguró que hace unos días sostuvo una conversación con un alto funcionario del gobierno federal, quien lo trató de persuadir para que desistiera de su intento de encabezar una protesta en la residencia de las Lomas de Chapultepec, conocida como “La Casa Blanca”, misma que llevaría a cabo este domingo.

Según la versión del también activista y dirigente de la Asamblea Nacional por la Independencia de México, el enviado gubernamental le ofreció a cambio liberar a algunos de los 11 detenidos en los disturbios del 20 de noviembre en el Zócalo, acuerdo que, dijo, no cumplió.

Posteriormente, afirmó, se reunió con el secretario de Gobernación, quien le dijo: “Mira Gerardo, de los 11 detenidos, de cinco o seis no tienen nada. Yo decía: ‘A ver secretario, es una fregadera que les finquen crimen organizado, los manden a penales de máxima seguridad y los acusen de terrorismo’. Me dice: ‘Seis no tienen nada y reconozco que crimen organizado es un exceso, pero concédeme intento de asesinato porque lanzaron bombas’”.

Osorio Chong reconoció que sí habló con el ex legislador, pero como lo hace con todos los manifestantes.

En tanto, Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades que retiren los cargos “desproporcionados” y liberen a los 11 manifestantes. Solicitó una investigación inmediata sobre las denuncias hechas por los detenidos en el sentido de que policías los golpearon y amenazaron durante su captura.

“La evidencia contra los 11 manifestantes es tan débil que es muy difícil entender por qué todavía están detenidos, sobre todo en instalaciones de alta seguridad, siendo tratados como criminales de alta peligrosidad. Tales actos plantean la cuestión de si existe un intento deliberado para desalentar las protestas legítimas”, dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas del organismo.

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