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Los secretos de Caro Quintero en Costa Rica

José Meléndez Corresponsal| El Universal
04:00Jueves 15 de agosto de 2013
Rafael Caro Quintero, en el Reclusorio Norte en 1985

ACUSADO. Rafael Caro Quintero, en el Reclusorio Norte en 1985. (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )

En 1987, congresistas costarricenses determinaron que el narcotraficante Rafael Caro Quintero fue protegido en este país y su llegada fue auspiciada por una "autoridad política superior", que nunca ha sido oficialmente identificada pero cuyo nexo recayó, por vías extraoficiales, en algunos de los principales políticos de Costa Rica de la época

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CAE EL CAPO DE CAPOS
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SAN JOSÉ.— La presencia del narcotraficante mexicano Rafael Caro Quintero en Costa Rica, del 17 de marzo al 5 de abril de 1985, dejó una secuela de misterios y secretos sobre los reales y profundos enlaces políticos y empresariales establecidos en territorio costarricense por el primer gran capo del contrabando internacional de drogas y del lavado de dinero capturado en Centroamérica.

Una comisión especial de la Asamblea Legislativa (Congreso) de Costa Rica determinó en 1987 que la llegada de Caro Quintero a este país fue auspiciada por una “autoridad política superior”, que nunca ha sido oficialmente identificada pero cuyo nexo recayó, por vías extraoficiales, en algunos de los principales políticos costarricenses de la época.

“Por los desafueros que Caro Quintero hizo en el país de todo orden, tiene que haber tenido alguien que lo protegía y muy serio”, dijo José Miguel Corrales, actual candidato presidencial por el Partido Patria Nueva y quien formó parte de la comisión legislativa como diputado por el ahora gobernante Partido Liberación Nacional (PLN).

El narcotraficante, liberado el viernes anterior en México tras 28 años en prisión, y siete mexicanos más cayeron presos en Costa Rica el jueves 4 de abril de 1985 en una residencia de lujo a unos 20 kilómetros al noroeste de esta capital, en una operación relámpago de la policía costarricense ejecutada tras recibir una alerta de la DEA, agencia antidroga estadounidense. Al día siguiente, los ocho fueron deportados a México.

Caro Quintero —uno de los fundadores del cártel de Guadalajara— huyó a Costa Rica con algunos de los miembros de sus aparatos de finanzas y de seguridad, tras vinculársele con el secuestro, tortura y asesinato del estadounidense Enrique Camarena, infiltrado como agente doble de la DEA en la organización criminal. El capo mexicano viajó el 17 de marzo a suelo costarricense en vuelo privado de una pequeña aerolínea nacional, procedente de Mazatlán, Sinaloa.

Entrevistado por EL UNIVERSAL, Corrales afirmó que “en la comisión, no obstante los esfuerzos que hizo en todo sentido, no logramos determinar que nos dijeran que la autoridad política superior es fulano y es zutano. A Caro Quintero lo estaba protegiendo en el país una autoridad política superior”.

“Con la llegada de Caro Quintero, se inició en Costa Rica el problema del narcotráfico en serio. A propósito de la llegada de este hombre aquí vinieron una serie de capos (atraídos) por la virtud de que Costa Rica no tiene ejército”, subrayó.



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