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CUERNAVACA.— De las indagatorias para identificar el móvil que motivó la desaparición de siete adultos en Morelos y el abandono de siete menores de edad en la ciudad de Puebla, la Procuraduría General de Justicia fortaleció las investigaciones respecto a una posible relación de tipo comercial entre una de las víctimas y la presunta autora material del ilícito, informó la subprocuradora estatal, Adriana Pineda Fernández.

El subprocurador de Investigaciones Especiales (SIE), Rolando Bon López, afirmó que en este caso no se puede descartar ninguna línea de investigación, incluida la injerencia del crimen organizado.

La hipótesis sobre una consecuencia de tipo comercial en materia de terrenos se fortaleció porque Griselda Sotelo Yépez, de 49 años de edad, una de las desaparecidas, es representante de la Organización Unidos con Griselda Sotelo, AC, con domicilio en la colonia Agrícola Oriental del Distrito Federal, dedicada a la promoción de viviendas en la capital del país.

La hipótesis sugerida por la subprocuradora Pineda Fernández se apoya en que la mayoría de los adultos desaparecidos radican en la colonia Agrícola Oriental, en Iztacalco, DF, de donde salieron el 6 de julio pasado con rumbo al poblado de Oaxtepec por invitación de María Perla Rosalía Recillas Camacho para “pasar un fin de semana” y conocer un lote de predios en venta. Uno de los invitados y María Perla tenían 13 años de conocidos.

En el grupo venían siete adultos y siete menores de edad. Ellos son Griselda Sotelo Yépez y su esposo José Aguilar Pineda; Michel Itzel y Óscar Jonathan Olguín Sotelo, hermanos de Karla Jisell Olguín, quien denunció la desaparición en la delegación Iztacalco.

Otros adultos son Mónica Benítez Jaramillo, cuñada de Karla; Luis Antonio Valadez Zúñiga, cuñado de Michel Olguín, y Adriana Erika Méndez Sánchez, trabajadora doméstica que vino con sus cuatro hijos.

Otros dos menores son también hijos de los adultos desaparecidos. Los siete menores fueron localizados el 7 de julio en el interior de un auto compacto, estacionado frente al mercado municipal de la ciudad de Puebla, informó la PGJ de Morelos.

Según las investigaciones, María Perla —presunta autora material de la desaparición de los adultos— sacó a los niños del domicilio de Oaxtepec durante la madrugada del 7 de julio, con el engaño de que sus padres habían sufrido un “accidente”. Perla tiene registrados dos ingresos a penales de la Ciudad de México por los delitos de robo en 2004 y contra la salud en 2008.

El rapto

De acuerdo con la PGJ de Morelos, el 6 de julio María Perla y su esposo sacaron de su domicilio primero a cuatro adultos para mostrarles unos terrenos que, según, permutaría por un departamento propiedad de uno de sus invitados, y después a los otros tres con el engaño de que aquéllos se habían accidentado.

Por la madrugada del 7 de julio regresó a su casa y con engaños subieron a los seis menores a un auto Peugeot, propiedad de uno de los desaparecidos, para dejarlos encerrados en el interior del vehículo y abandonados en la ciudad de Puebla, donde los rescataron autoridades de esa entidad federativa.

Las edades de los menores son 5 años, dos de 7, 10, 8, 11 y 13 años. La mayor colaboró con la Policía Ministerial durante dos días para realizar recorridos por los poblados de Oaxtepec, Yautepec y la colonia Ex hacienda del Hospital, este último en el municipio de Cuautla, ambos situados al oriente del estado, para tratar de localizar el domicilio pero no tuvieron resultados positivos.

En conferencia de prensa, la subprocuradora Pineda Fernández manifestó que hasta este momento no se puede asegurar si las víctimas están vivas o muertas.

Por su parte, el subprocurador de Investigaciones Especiales (SIE), Rolando Bon López, dijo que tampoco se puede calificar el hecho como secuestro, porque los familiares de las víctimas no han recibido llamadas sobre el pago de rescate.

“Conforme a una de las líneas de investigación es probable que las víctimas hayan desaparecido en otro estado de la república. Y se fortalece la hipótesis de que Morelos sólo haya sido un estado de tránsito”, dijo Bon López, porque “la denuncia se inició en el Distrito Federal y los niños aparecieron en Puebla”.

De acuerdo con la subprocuradora, entre las investigaciones se revisan los movimientos bancarios de las víctimas, y agregó que seis de los siete menores ya fueron reintegrados con sus familiares, en tanto otro menor quedó en custodia del sistema estatal del DIF Puebla.

Pineda Fernández precisó que para lograr la localización de las víctimas estrechó la colaboración y cooperación con sus homólogas del Distrito Federal, del estado de Puebla y con la Policía Federal, sin descartar ninguna línea de investigación que lleve a la localización de los vecinos de Iztacalco.

Las autoridades morelenses confiaron en que con la revisión de las comunicaciones de telefonía celular ya solicitadas a las empresas se logrará ubicar el lugar de donde partieron, y así trazar el mapa de recorrido y punto de llegada, que se complementará con los videos de las casetas de peaje que cubren la ruta del Distrito Federal, Morelos y Puebla.

En el caso habría participado un tercer cómplice que apoyó a Perla y su esposo para someter a los siete adultos desaparecidos. El dato adicional es que un hombre a bordo de un auto Tsuru, color blanco, esperó a las familias en un balneario de nombre Olímpico, frente a una marisquería de nombre El Pez Vela, para guiarlos al domicilio de María Perla.