carina.garcia@eluniversal.com.mx

El Instituto Federal Electoral (IFE) reconoció que partidos y coaliciones gastan en exceso, lo que permitió que por primera vez un candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, rebasara el tope de gasto, aunque la Coalición Compromiso por México PRI-PVEM erogó 30 % más.

Por mayoría de siete votos a uno, del consejero Alfredo Figueroa, el Consejo General del IFE impuso multas por 341.8 millones de pesos a los siete partidos que contendieron, por incurrir en 783 faltas, entre ellas el rebase de López Obrador, y de 194 candidatos a diputados y senadores.

Aunque de último momento los consejeros intentaron endurecer las sanciones, éstas no variaron: 148 millones para el PRI, 50.2 millones para el PVEM; 135 millones de pesos para Movimiento Progresista (PRD, PT y Movimiento Ciudadano), 5.5 millones para el PAN y 2.5 millones para Nueva Alianza (Panal).

El debate de más de seis horas se centró en el reconocimiento de que las reglas de fiscalización deben cambiar, pues permiten a partidos y coaliciones crear “ficciones contables” y en el tipo de faltas detectadas. Entre ellas rebases de topes de campaña, ocultamiento de gasto y la “doble facturación”.

El consejero Lorenzo Córdova pidió mayor severidad para castigar la falta que consideró más grave: el ocultamiento de los gastos, mismos que la Unidad de Fiscalización (UF) calculó en 183 millones de pesos. Pidió multar no con 150% de lo no reportado, sino 200%, pero fue descartado por seis votos.

El consejero Benito Nacif planteó iniciar una investigación en específico al PRI, por “facturación doble” pues ese partido cargó gastos de candidatos que registró solo, como si fuesen postulados por la Coalición Compromiso por México (PRI-PVEM).

Tampoco se aceptó esa propuesta, aunque esa facturación motivó el voto en contra del consejero electoral Figueroa, quien denunció que así se diluyeron y prorratearon entre 510 candidaturas —del PRI, del PVEM, además de la Coalición— hasta 300 millones de pesos.

Este argumento, empero, fue rebatido por la consejera Macarita Elizondo, pues explicó que la prohibición a esa facturación doble existía antes de que la UF accediera con el secreto bancario, pero hoy se pudo conocer a qué campaña se benefició y de qué cuenta salió el gasto.

Ficción contable

Además, el consejero presidente del IFE, Leonardo Valdés y los consejeros María Marván, Nacif y Córdova, urgieron a reformar las reglas de fiscalización de recursos de campaña, pues favorecen una “ingeniería”, una “ficción contable”.

Eso permitió el rebase de López Obrador, pero por falta “de debido cuidado, no por gastar más”, expuso Nacif.

Valdés pidió acotar el gasto, pues en promedio durante 90 días de campaña los contendientes gastaron 28.6 millones de pesos.

También plantearon que partidos y coaliciones ya no deben autodeterminar el porcentaje de distribución de sus gastos centralizados, es decir, lo que benefician a más de dos campañas, pues eso generó disparidad, ya que PRI-PVEM decidió cargar sólo 1% a su aspirante presidencial Enrique Peña Nieto, mientras que la izquierda cargó a Andrés Manuel López Obrador 40% de su gasto.

Por ello se dio el “extraño resultado” de que con menos recursos el tabasqueño excedió el gasto, destacó el consejero Nacif.

En la discusión, los consejeros Marco Antonio Baños y Francisco Guerrero defendieron al titular de la UF, Alfredo Cristalinas, y destacaron que fue profesional y garantizó el derecho de audiencia de todos e incluso aceptó reportes extemporáneos.