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 La mitad de los estudiantes universitarios ha tenido acceso a algún tipo de droga durante lo que va de 2013. Las drogas de más fácil acceso son el alcohol, la mariguana, la cocaína, las metanfetaminas y la heroína. Además, ocho de cada 10 alumnos conocen a alguien que regularmente consume algún tipo de estupefaciente y sólo 63.54% se siente seguro de asistir a su escuela.

Esta información se contiene en los resultados preliminares de la Primera Encuesta Nacional Universitaria sobre la Violencia, las Drogas y el Delito, que fue aplicada a mil 500 estudiantes, catedráticos, investigadores y directivos o rectores de 80 instituciones de educación superior, 70% privadas y el resto públicas.

Los datos levantados del 30 de octubre al 10 de noviembre de este año, señalan que 70% ha sido víctima de algún tipo de violencia y 76% ha sido víctima o ha tenido conocimiento de algún delito.

Los entrevistados refieren que los delitos más frecuentes son asaltos en las calles, extorsión y robo de vehículo, y que las situaciones de riesgo en los alrededores de las instituciones educativas son, en primer lugar, el consumo de alcohol en la calle, seguido por robos y asaltos frecuentes, consumo de drogas, venta de productos pirata y de droga, pandillerismo o bandas violentas, extorsiones, riñas entre vecinos, secuestros y disparos frecuentes.

Los lugares donde suceden los delitos son, por orden de mayor mención, en la calle, seguido de la casa, lugar público, negocio o establecimiento, transporte público y en la escuela.

Los resultados muestran una participación de 30% de mujeres en la comisión de esos delitos contra los integrantes de las comunidades universitarias, y el resto hombres.

No obstante, se informa que 53% no reporta el delito ante una autoridad por miedo, desconfianza o apatía. Y quienes sí lo concretan lo hicieron ante un Ministerio Público, el Ejército y Marina, la Policía y la Procuraduría General de la República (PGR).

La encuesta, que fue presentada ayer por la Federación de Universidades e Instituciones Particulares de Educación Superior y la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica, antes Consejo de Participación Ciudadana de la PGR.

Arturo Mattiello Canales, presidente de la asociación, dijo que los datos concretos, como es el consumo de drogas o comisión de delitos dentro de las universidades, se presentarán hasta febrero de 2014.

Reconoció que el fenómeno de la delincuencia común y el crimen organizado, aunado a las crisis económicas, son problemas que se viven de distintas formas en los estados del país, pero advirtió que siempre alcanzan a los estudiantes de nivel superior. “Hay un problema social. Observamos cómo la sociedad mexicana se desmorona y tenemos un problema familiar, donde hay un resquebrajamiento, lo que aunado a la situación económica nos deja un escenario poco halagador a merced del crimen organizado”.

Se hicieron entrevistas a integrantes de la UNAM, el Instituto Politécnico Nacional, la UAM, la Universidad Veracruzana, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, el UNITEC, la Universidad Autónoma de Nuevo León, Conalep, entre otros.