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Superado ya el capítulo electoral del pasado 7 de julio, el PRI concentra hoy todas sus baterías para defender las reformas energética y hacendaria que presente el gobierno federal para evitar que “se desfiguren”.

Las reformas —a juicio del partido— deben analizarse y discutirse casi al mismo tiempo, pues tienen que ver con la economía y el desarrollo del país.

En entrevista con EL UNIVERSAL, César Camacho Quiroz, líder nacional del PRI, refiere que la hacendaria deberá ser una reforma integral y la energética aquella que le quite presión a las finanzas de Pemex y le genere mayores recursos.

Agrega que se busca obtener eficacia en la recaudación, con una, y hacer equitativo y proporcional el cobro de tributos, con la otra.

Ya no hay candados, camisas de fuerza o trabas legales que impidan a los priístas votar a favor de la apertura del sector de hidrocarburos, para la inversión privada nacional y extranjera, y tampoco para una eventual imposición del IVA en medicinas y alimentos, expresa Camacho Quiroz.

“La asamblea número 21 le dio márgenes de maniobra más amplios a los militantes del PRI convertidos en autoridades, léase al propio Presidente, a diputados y senadores, para quitarse camisas de fuerza en la discusión”, comenta.

El líder nacional expuso que para el PRI la reforma energética y hacendaria entran en el mismo paquete de formato económico porque tienen el mismo sentido de generar ingresos que el país necesita para tener mayores egresos en sectores como salud, educación e infraestructura.

La propuesta de reforma energética del PRI llegará esta semana al Congreso por parte del Ejecutivo federal. Los priístas van por una reforma a la Constitución para abrir el sector energético, sin que el Estado pierda la directriz y sea quien imponga las reglas.

“El PRI considera que los hidrocarburos deben seguir siendo de los mexicanos, pero es evidente la necesidad de ampliar la participación. La falta de recursos ha impedido que Pemex sea suficientemente productiva, porque no tiene posibilidad de reinvertir, ya que buena parte de sus utilidades van al fisco”, subraya Camacho.

El PRI avala permitir el capital privado nacional y extranjero en Pemex, pero sometidos todos a las reglas jurídicas de México, pues sólo así —menciona Camacho— los hidrocarburos seguirán siendo de los mexicanos y la paraestatal podrá generar los ingresos que la nación necesita.

“Muchas cuestiones tienen que ver con la apertura del capital privado, pero bajo reglas del Estado. Se trata de que el Estado, con una actitud abierta, audaz, inteligente, permita el capital privado y una razonable y justa utilidad, llevándose la parte más importante”, añade el político mexiquense.

El reto para el tricolor e incluso para el gobierno, refiere, es tener una buena comunicación y evitar que se “desfigure” su propuesta de reforma. “Evitar que de buena o mala fe alguien pretenda desfigurar la propuesta, encontrar interpretaciones sesgadas o convenencieras”, enfatiza.

Explica que la de Pemex y la hacendaria son reformas económicas. “Al final las dos reformas tienen que dialogar entre sí. Están claramente diferenciadas pero al final, debajo de ambas subyace un puente de comunicación que tiene que ser político pero subrayadamente financiero; se tienen que complementar”, apuntó Camacho.

En el tema hacendario, el PRI buscará que éste sea integral, no “ivacéntrico”, con proporcionalidad y equidad en impuestos y gravámenes.

Buscará deshacerse de regímenes especiales que, considera, son espacio para la evasión; que pague el que más tiene y, en cuestión de IVA, imponerlo en alimentos principalmente los llamados de lujo.

“Hoy, como la disposición es genérica de no gravar alimentos y medicinas, así como no se grava la leche, el huevo y la tortilla que me parece muy correcto, tampoco se gravan los productos de importación, porque son alimentos, pues a lo mejor hay que gravar los productos de importación que suelen ser caros y a los que tiene acceso una proporción de la población.

“A lo mejor hay que acabar con esa generalidad de no IVA a alimentos y medicinas y dejar sin gravar a los alimentos que más consume el mexicano. Estoy dando un norte no es que así sea, pero por ahí algo va a pasar”, aseveró Camacho Quiroz.

Al referirse al tema de los privilegios, señaló que es necesario dejar solamente los que son justificados y para ello se deberá tener una buena dosis de inteligencia y audacia.

El secreto de una aceptación de la reforma hacendaria, añadió, está en explicar exactamente de dónde se van a sacar los ingresos y en qué se van a ocupar.

Pacto amenazado

César Camacho recordó que las reformas energética y hacendaria son compromisos del Pacto por México, el cual está permanentemente amenazado por razones distintas.

“Y cada vez hay más agoreros del pacto, pero el pacto goza de cabal salud, aunque todavía no estemos en noviembre para decirlo”, comentó.

El Pacto por México, aseveró, eventualmente tendrá que terminar, sobre todo porque los compromisos son fundamentalmente legislativos y los otros los tendrá que cumplir el Ejecutivo. “Del éxito del pacto dependerá que se sigan los compromisos. Lo que legitima al pacto son sus resultados, por eso cuando digo que está vivo es porque supera desafíos y amenazas y vuelve”, puntualizó.