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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó omisiones y dilaciones por parte de las autoridades educativas ante casos de acoso y abuso sexual padecidos por alumnos de escuelas de educación básica, media superior y superior.

En sólo tres días, este organismo emitió cuatro recomendaciones, una de ellas dirigida a la UNAM —que ya se hizo pública— y otras tres a la Secretaría de Educación Pública (SEP) en los que el común denominador es la impunidad, pues en ninguno de los casos se ha sancionado administrativa ni penalmente a los responsables.

Las secuelas sicológicas para los estudiantes en todos los casos, según los peritajes del Ministerio Público y la CNDH, son miedo, angustia, sentimientos de culpa, tristeza, depresión, pesadillas, sumisión, rebeldía, rechazo al contacto físico, deterioro en las relaciones con las demás personas y trastornos alimenticios.

“Lo que se ha evidenciado en estos casos es que hay falta de supervisión y control por parte de las autoridades educativas que propician que este tipo de casos se repitan y que, además, queden impunes”, consideró el primer visitador general de la CNDH, Luis García.

Indicó que en los últimos meses se han incrementado las quejas contra la SEP por casos de violencia ocurridos en las escuelas, y uno de los hechos más recurrentes es el abuso sexual.

“Estas son situaciones graves donde hay un agravio al sano desarrollo de los menores de edad”, destacó en entrevista con EL UNIVERSAL.

Además de la recomendación dirigida al rector de la UNAM, José Narro, por el acoso sexual que denunció una alumna de la Preparatoria 9, la CNDH envió otras tres recomendaciones entre el 29 y 31 de octubre pasados al secretario de Eduación Pública, Emilio Chuayfett, por abuso sexual ocurrido en dos primarias del Distrito Federal y otra más en un Colegio de Bachilleres del estado de Tamaulipas.

El primer caso ocurrió en una primaria de Azcapotzalco, cuando en noviembre de 2011 un niño de siete años le informó a su mamá que su profesor de inglés lo buscaba en el recreo o lo sacaba de su salón con autorización de la maestra titular para llevarlo a su salón, besarlo y tocarle sus genitales. Cuando la mamá lo denunció a la directora del plantel, ésta primero le preguntó si estaba segura de que su hijo decía la verdad y enseguida le advirtió que los trámites para hacer la denuncia eran engorrosos y que su hijo tendría que declarar. La directora inició un procedimiento administrativo en contra del profesor cuatro días después de que recibió la denuncia y no presentó denuncia penal como es su deber. El procedimiento administrativo sigue su curso y el profesor no ha sido sancionado a pesar de que se acreditó el abuso sexual.

Otro caso ocurrió en la delegación Venustiano Carranza. El 7 de octubre de 2011, una niña de nueve años denunció que su profesor de grado le hacía tocamientos y que lo mismo habían sufrido otras dos alumnas. La directora, al conocer los hechos, inició un acta administrativa, pero cuando la mamá de la niña acudió a la escuela para saber cuál había sido la sanción se enteró que el profesor había pedido licencia y que, por lo tanto, no se le podía sancionar. El Área Jurídica de la Administración Federal de Servicios Educativos del DF informó que el profesor se reincorporaría, pero que ya no daría clases al grupo. Sin embargo, la CNDH constató que el profesor fue transferido a otro plantel de la misma delegación y que del 19 de agosto al 21 de octubre de este año dio clases a alumnos de sexto grado.

El 11 de mayo de 2012 la CNDH recibió otra queja de un estudiante de un centro de bachilleres de Nuevo Laredo, Tamaulipas. El alumno dijo que en un viaje académico, un profesor que hacía labores administrativas le hizo tocamientos. El director del plantel levantó un acta administrativa 14 días después de ocurridos los hechos.

En cuanto a la recomendación dirigida a la UNAM, la CNDH informó ayer que recibió otra queja de una ex alumna que también fue víctima de acoso sexual por el mismo profesor de Física de la Preparatoria 9. En todos los casos, la Comisión pidió la reparación del daño para las víctimas y capacitación al personal docente y administrativo sobre prevención e identificación del abuso sexual, y sobre el procedimiento a seguir para levantar un acta y presentar denuncia.