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Para Luis Robles Miaja, el contenido del sistema nacional anticorrupción que se discute en el Congreso de la Unión es clave para el futuro del país, sobre todo si crea un órgano autónomo “que actúe” igual contra políticos o empresarios deshonestos, pues “la corrupción va de muchos lados”.

Electo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) para el periodo 2015-2016, cargo del que tomará posesión en la 78 Convención Nacional Bancaria que comienza hoy en Acapulco, Guerrero, Robles Miaja destaca en entrevista con EL UNIVERSAL que en materia de transparencia donde “hay más opacidad y más desorden en el manejo de los recursos fiscales es en los estados y municipios”.

No obstante, para el también presidente del Consejo de Administración de Grupo Financiero BBVA Bancomer, gracias a la vigilancia de la sociedad, a través de las redes sociales, hoy cada día se hace más difícil que la clase política y la empresarial se vean involucradas en actividades ilegales.

“Entre la transparencia, la denuncia ciudadana, el control de gastos de estados y una ley anticorrupción tendremos un régimen superior al de muchos países desarrollados”, y confía en que “exista la voluntad política de perseguir estas conductas indebidas”.

Deja en claro que antes o después de Ayotzinapa “México no ha cambiado, lo que ha cambiado es el humor social”; no obstante, espera que éste se pueda transformar a partir de que los beneficios de las reformas estructurales se sientan en los bolsillos.

En otro tema, el titular de la ABM considera que pese a los ajustes al gasto público y a todo el malestar social que hay el país logrará este año un crecimiento económico de 3.5%.

Afirma que México vive un momento histórico, “donde podemos dar un salto hacia adelante”, que se ha generado no sólo por las reformas estructurales, sino por toda una serie de medidas que han realizado los mexicanos en los últimos 20 años y que han logrado la estabilidad económica.

Sobre la banca y las perspectivas para 2015, Robles Miaja prevé que el incremento anual nominal de la cartera de crédito pueda llegar a 15%.

Por otra parte, muestra su preocupación por la existencia de numerosos intermediarios financieros irregulares que defraudan a la población, “especialmente de bajos recursos, en estados generalmente pobres”, y acepta que este tipo de fraudes afectan la confianza de los ahorradores.