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Las reformas estructurales permitirán elevar el crecimiento potencial de la economía mexicana en el largo plazo, aunque lo harán a tasas que no superarán el 4% anual, estimó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Durante las reuniones anuales del FMI y del Banco Mundial, el organismo financiero internacionales mantuvo en 2.4% la perspectiva de crecimiento económico de México para este año, y revisó ligeramente al alza su estimado para 2015, 3.4 a 3.5%.

Con base en la información estadística del organismo, revisada en su informe de perspectivas de octubre, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandirá a tasas de hasta 3.8% sostenidas entre 2016 y 2019.

El FMI reconoció que crecimiento económico de México repuntará a partir del año próximo, a medida que los efectos de las reformas estructurales comiencen a hacerse sentir y que se afiance el dinamismo de la actividad productiva estadounidense.

De acuerdo con el informe sobre las Perspectivas económicas mundiales del organismo internacional, tanto la expectativa de crecimiento económico de 2014 y de 2015 resultaron más conservadoras que las que tiene el gobierno federal, que estima una tasa de expansión de 2.7% para este año, mientras que para el próximo prevé una elevación de 3.7%.

“La economía de México está cobrando ímpetu, aunque no con la rapidez necesaria para contrarrestar la debilidad a principios de 2014 debido a la contracción de la demanda externa y a un crecimiento de la actividad en el sector de la construcción más lento de lo previsto”.

Estas tasas que prevé el organismo romperán con el crecimiento promedio que observó el país en las últimas tres décadas, de 2.4%.

El FMI calificó las reformas estructurales, junto con la del mercado laboral, como un paso positivo para atraer inversiones, para elevar el empleo y el crecimiento potencial.

Este contexto permitió a México ser una de las pocas naciones a las cuales el FMI revisó la perspectiva del PIB de 2015. Otras que tuvieron la misma tendencia fueron Canadá y España.

Esto contrastó con la perspectiva económica mundial, que sufrió un ajuste a la baja de 3.4 a 3.3% para 2014 y de 4 a 3.8% para el año siguiente.

El economista en jefe del FMI, Olivier Blanchard, reconoció que este menor dinamismo de la economía mundial responde a la evolución menos favorable de la Unión Europea, así como la desaceleración de algunos mercados emergentes.

En conferencia de prensa, el experto mencionó que la recuperación del PIB global ha decepcionado, es frágil y desigual.

Entre los principales riesgos para la consolidación del dinamismo económico, el francés explicó que los bajos niveles de inflación pudieran conllevar a un escenario de deflación en la zona euro, además de que habrá volatilidad en los mercados financieros, debido a la normalización de la política monetaria estadounidense.

Aunque no se trata de un escenario central, o que tenga mayor probabilidad de acontecer, Blanchard advirtió que de materializarse la deflación en Europa habría un efecto negativo en la región, y el resto del mundo.

El representante del organismo reconoció que otro riesgo es que se mantenga este crecimiento lento y sostenido, pues podría tener implicaciones negativas sobre las decisiones de inversión, ya que los hombres de negocios postergan decisiones económicas en panoramas adversos.

“Cuando consideran que el crecimiento va ser más bajo, no invierten tanto. Hay una relación sorprendente entre nuestros errores de previsiones para la inversión y de nuestros errores en los pronósticos de crecimiento económico potencial”, detalló.

Ganará posición

Pese a que el Fondo Monetario Internacional es más conservador en el pronóstico de crecimiento económico de largo plazo para México, lo que sí espera es que el país avance en cuanto al PIB per cápita, al menos ganando una posición entre las naciones de América Latina.

Según datos del organismo, en 2013 México registró un PIB per cápita por paridad del poder adquisitivo por debajo de Chile, Argentina, Uruguay y Venezuela, aunque por encima de Brasil, Costa Rica, Colombia y Perú.

Sin embargo, las proyecciones del organismo financiero internacional prevén que este indicador mejore para México durante el largo plazo, lo que hará que el país le gane la posición a Venezuela y que se ubique en niveles cercanos a los que registra Argentina, lo cual sucedería hacia 2019.

Otros indicadores donde el FMI observó una mejoría fueron en la inflación y la tasa de desempleo.

Aunque el objetivo permanente del Banco de México es tener una inflación de 3% (+/-1%), el organismo financiero internacional prevé que este año no se cumpla, pues estima un cierre ligeramente por arriba de 4%.

Para 2015 proyectó que el nivel de precios quedará en 3.5%, mientras que para los años subsecuentes si proyecta que se alcanzará el propósito de 3%.

En cuanto a la tasa de desempleo, el FMI pronostica que cerrará en 4.7% en este 2014, pero entre 2017 y 2019 llegará a situarse en 4%, uno de los más bajos a escala global.

En 2015, el FMI espera que el aumento en la tasa del PIB mexicano sea de 3.5%, mientras que la de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público apunta a un avance de 3.7%.

Para 2016, ya con una mayor madurez de las reformas y con una contribución más fuerte de la energética, el gobierno federal espera que el crecimiento de México ascienda a 4.9%, la cual dista casi un punto porcentual de la del organismo internacional, que para entonces prevé sea de 3.8%.

De hecho, el FMI cree que el impacto de las reformas estructurales mexicanas alcanzarán ese tope de 3.8% también en 2017, 2018 y 2019, mientras que Hacienda observa un panorama más favorable, pues en ese mismo periodo tiene proyecciones en torno a una tasa de expansión de 5.2%.