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Los hogares en zonas de Nuevo Laredo, Matamoros y Reynosa se convertirán en la primera prueba de fuego del programa de reparto de televisores que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) puso en marcha para asegurar que se cumpla con el apagón analógico en el país antes del 31 de diciembre de 2015. Sin embargo, este apagón supone menos de 1% de la meta que se autoimpuso la propia dependencia, y que ha sufrido retrasos en su despliegue a nivel nacional.

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) aprobó que se ponga fin a las señales analógicas de 14 concesionarios en zonas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros a partir de enero del siguiente año, toda vez que la SCT aseguró que su programa de reparto de pantallas cumplió con la meta que fija la ley para realizar estos apagones.

“El Pleno del IFT determinó que se acreditan las condiciones previstas en el marco legal vigente, consistentes en que en las áreas de cobertura de dichas estaciones de televisión se rebasa 90% de penetración con receptores aptos para recibir transmisiones digitales en los hogares de escasos recursos”, dijo ayer el regulador en un comunicado.

La meta de la secretaría era entregar 14 millones de televisores digitales, con acceso a internet, entre 2014 y 2015, por lo que el apagón en estas zonas de la Frontera Noreste representa menos del 1%. La SCT ha adquirido más de 2 millones de aparatos, pero aún no lanza las licitaciones para comprar los dispositivos que faltan.

La dependencia tampoco ha actualizado su programa de entrega de televisores, y según este plan, en agosto se debió llegar a una cobertura de hogares del 24.1% contando la Frontera Norte, Noreste, La Laguna y Occidente Bajío, y para enero de 2015 al 54.8%, sumando la zona Centro. Pero la SCT, que encabeza Gerardo Ruiz Esparza, no ha dado detalles de los avances.

IFT concesionarios, SCT hogares

La ley prevé que el instituto se asegure que los concesionarios cuenten con la capacidad para transmitir en las nuevas señales digitales, las cuales permitirán que continué el servicio una vez que apaguen las analógicas, las cuales están en un espacio del espectro que el Estado pretende limpiar y otorgar para servicios de telecomunicaciones móviles en la banda de 700 MHz.

Pero la legislación pide que el gobierno se encargue de los programas para lograr la penetración de 90% en los hogares de bajos recursos para que el IFT pueda decretar el apagón analógico, también llamado transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT). Incluso, el regulador ha dicho que no puede verificar cómo se llevó a cabo el programa de reparto de la SCT.

A partir del 14 de enero las zonas en estas tres ciudades dejarán de recibir las señales analógicas, con lo cual se unirán a Tijuana —que en la práctica fue el primer apagón, el cual se dio a mediados de 2013— como las únicas que han transitado a la TDT.

Por delante quedan cientos de zonas por transitar, y millones de hogares de bajos recursos donde la secretaría deberá acreditar que entregó televisores para llegar a la meta y permitir al IFT realizar el apagón, el cual se da un mes después de que el instituto determina que existen las condiciones.

El IFT pretende habilitar en breve un centro de atención a usuarios sobre el apagón analógico, mientras que la SCT tiene un área para resolver dudas, pero no se ha aclarado si los dos subsistirán y qué información darán.