Comprar comida, cortarse el cabello, adquirir ropa y hasta un auto con una moneda virtual es posible desde 2008, cuando fue concebida la moneda Bitcoin. Desde entonces ha ganando adeptos, principalmente en Estados Unidos, pero también detractores.

La divisa, cuyo creador se desconoce, mantiene un valor particular dentro de la red y por el peligro de fraude para los clientes y la propensión a ser un medio de lavado de dinero se le cataloga de alto riesgo para las personas y el sistema financiero en general.

La preocupación de quienes la toman como moneda de cambio son las salvajes fluctuaciones en su valor, y quienes comercian con ella buscan cambiar rápidamente sus ganancias a dólares todos los días. No está respaldada por ningún gobierno ni banco central.

Dentro de los comercios más comunes que están dedicados a realizar la venta de artículos con Bitcoin están el servicio de SnapCard, la plataforma de tarjetas prepagadas para móviles Gyft y el portal Virgin.

Se pueden adquirir diversos artículos que se venden en internet, que van desde pequeñas calcomanías hasta algunos casos bienes de consumo duradero como fondos de inversión.

Tal es el caso del mercado accionario de compañías en etapa de “preoferta”, que obtuvo una gran popularidad por haber sido el punto en el cual se negociaron las acciones de compañías como Facebook y Twitter.

¿Cómo comprarla?

México no se ha mantenido ajeno a la moda de la moneda virtual y si bien su popularidad no ha crecido como en otras naciones, existen portales como Bitcoinplus, LocalBitcoins y Siglotienda, que permiten adquirirla, aunque se ubican alrededor de 30 sitios reconocidos en el mundo dedicados a la venta de la moneda.

Para adquirir un Bitcoin, existe un tipo de cambio, el cual oscila entre 9 mil 200 y 11 mil 300 pesos mexicanos por cada divisa que se fija a través de la referencia de Bitcoin-Dólar, el cual a su vez lo determina la oferta y la demanda.

En México, la compra de Bitcoins se puede realizar a través de una tarjeta de crédito, o mediante el depósito a cuentas privadas en tiendas de conveniencia como el Oxxo y 7Eleven, todo en completo anonimato.

Es tan sencillo como tener una tarjeta de crédito o efectivo por más de 9 mil pesos para entrar al mundo del Bitcoin. El siguiente paso es darse alta en alguno de los portales en Internet donde se ofrecen los monederos virtuales, en los que se guardarán las monedas y, posteriormente, adquirir la divisa digital.

Lo más difícil en México es encontrar un comercio que reciba esta moneda.

Si bien, los registros de uso en territorio nacional aún no son relevantes, ya se han presentado casos de personas que han sido defraudadas al utilizar Bitcoins, ya sea que pagaron y no tuvieron las monedas o no recibieron los artículos.

El usuario

De acuerdo con el programador de la Bitcoin Satoshi Nakamoto, sólo se tiene planeada la circulación de 21 millones de Bitcoins en todo el mundo, de los cuales —según estimaciones de algunos centros de investigación como el Carnegie Mellon—, en el mercado digital ya se encuentran aproximadamente entre 11 y 12 millones de esas monedas.

De acuerdo con estudios de El Bitcoins.org, organismo privado creado para el fomento del uso de la moneda virtual, el perfil de los usuarios del Bitcoin ronda entre 20 y 35 años, con ingresos fijos y con una educación media superior y universitaria, además de un nivel de bancarización más alto que el promedio.

A escala mundial, el principal ofertante de Bitcoins y principal operador de esta divisa, Mt. Gox, gestionada por la empresa con sede en Tokio Tibanne Ltd, cerró sus operaciones después de haber dado a conocer que había suspendido previamente los reembolsos debido a “actividades inusuales”; aunque ocultaba un presunto robo de bitcoins por 100 millones de dólares.

Esa compañía de intercambio de Bitcoins, se acogió a la ley de quiebras en Estados Unidos, en un intento de proteger sus activos, tras una demanda colectiva en su contra luegode declararse en bancarrota en Japón en febrero.

La empresa japonesa Mt. Gox presentó su solicitud el pasado domingo ante un tribunal federal de bancarrotas en Dallas (Texas) para “proteger y administrar” sus activos ante “ciertas acciones” que “amenazan con poner en peligro” su reorganización en el exterior.

Ningún organismo se ha animado a calcular el número de participantes en este mercado, debido a que las operaciones son realizadas bajo el anonimato.

Medio para el lavado

Las monedas virtuales son un medio por el cual se pueden detonar un gran número de operaciones de lavado de dinero, además de que se incrementan los riesgos de fraudes a los usuarios de este tipo de nuevas divisas, aseguraron expertos.

Para Claudio Bercholc, socio de administración de riesgos de la firma de consultoría KPMG, las monedas virtuales son actualmente un blanco idóneo para la delincuencia organizada, ya que el anonimato en las transacciones permite adquirir bienes o revender las monedas virtuales sin que se identifique el origen de los recursos.

De acuerdo con un estudio de la Universidad Carnegie Mellon, el Bitcoin ha ayudado a la transferencia de aproximadamente 1.2 millones de dólares provenientes de ventas de narcóticos asociados con el mercado de ventas de drogas en línea, conocido como Ruta de la Seda.

En marzo de 2013, la Red de Control de Delitos Financieros del Tesoro estadounidense (Fincen por sus siglas en inglés) emitió algunas directrices según las cuales las casas de cambio y los procesadores de Bitcoins que operan en los Estados Unidos deben registrarse ante esta institución como empresas de servicios de dinero.

CNBV “inquieta”

La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) aseguró que “existen preocupación e inquietud relacionadas con el uso, administración y control de esta moneda”. Luis Fabre Pruneda, vicepresidente Técnico de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), recomendó a las personas no utilizar estas monedas, ya que se pueden dar casos en los que sólo sean un fraude.