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El consorcio conformado por China Railway Construction y las constructoras mexicanas GIA+A, Prodemex, Constructora TEYA y GHP Infraestructura Mexicana informó ayer que acata la decisión del Ejecutivo federal y que participará nuevamente en el proceso de licitación del Tren de Alta Velocidad México-Querétaro.

En un breve comunicado, el consorcio indicó que estará atento a las fechas de la siguiente licitación que convoque la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT). En una entrevista radiofónica, el titular de la dependencia, Gerardo Ruiz Esparza, informó que será en tres semanas, a finales de noviembre, cuando se vuelva a lanzar el proceso de licitación.

Se utilizarán las mismas bases del anterior, y las empresas interesadas contarán con seis meses para presentar sus propuestas.

Este jueves, el presidente Enrique Peña Nieto instruyó a la SCT a realizar un nuevo proceso de licitación para la construcción del tren México-Querétaro, con la finalidad de dar un tiempo más amplio y propiciar la participación de más fabricantes de trenes.

El lunes 3 de noviembre, la SCT ya había declarado ganador de la licitación al consorcio China Railway Construction, el único que presentó una propuesta, pues 16 empresas se desistieron de participar en la licitación al considerar que no hubo tiempo suficiente para armar una buena postura.

La Embajada de China, ICA, Siemens, Bombardier, Comsa Emte, CAF, Sumitomo, FCC Construction, Tradeco Infraestructura, Talgo y Abengoa, que estuvieron interesadas en participar en la primera licitación, fueron consultadas por EL UNIVERSAL sobre este tema, pero no estuvieron disponibles para hacer comentarios.

El senador panista, Javier Lozano Alarcón aseguró que los números de la SCT y de la empresa china no cuadran, lo que a la larga podría haber significado un costo al país.

Por ello, anunció que la fracción parlamentaria del PAN va a solicitar una revisión a fondo del Programa Nacional de Infraestructura 2014-2018 y de las licitaciones que ya se han entregado.

“Esto lo han hecho muchas veces y, por simple aritmética y las estimaciones de la propia SCT, el tren no puede salir tan barato, la mitad de lo que cuesta un tren como estos en Europa y aunque en principio parecería un ahorro importante para el Estado, al final vamos a llegar a pagar más de 100 mil millones de pesos (mdp); los chinos te van a botar la chamba, se van a ir o van a realizar nuevas estimaciones y el Estado va a tener que entrar a un rescate como se hizo con las carreteras”, dijo en entrevista con EL UNIVERSAL.

El legislador explicó que sin duda la empresa china castigó el costo total porque así lo demuestran los números de la SCT y la evaluación que el secretario presentó el 3 de noviembre para justificar la entrega de la licitación.

China Railway Construction Corporation y sus socios mexicanos habrían castigado el costo total del tren hasta en 36% (equivalente a 33 mil 274 mdp) para conseguir el contrato.

El costo de construcción que permitió al consorcio ganar la licitación fue de 49 mil 991 mdp (incluyendo el IVA), monto similar al que la SCT había presentado previamente a las autoridades hacendarias.

Sin embargo, los costos de operación y mantenimiento propuestos por el grupo adjudicado, por 8 mil 959 mdp, fueron significativamente menores a los considerados inicialmente por la dependencia responsable del proyecto, de 48 mil 646 mdp.

Esto hizo que al final el costo total del tren de alta velocidad México-Querétaro bajara de 92 mil 225 mdp a 58 mil 951 mdp, lo que representa una reducción de 36%.

La senadora panista Marcela Torres Peimbert comentó que la decisión de reponer la licitación para la construcción del tren es histórica y sienta un precedente para que el gobierno haga licitaciones más transparentes.

“Razones sobraban para sospechar que estaba siendo una licitación construida a favor de ciertos intereses, y creo que el Presidente es sensible a este gran cuestionamiento”, dijo.

El sector privado consideró que fue acertada la decisión del presidente Peña Nieto de revocar y reponer la licitación para la construcción del tren, ante las dudas que había sobre la claridad y transparencia de la licitación.

Para el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Rodrigo Alpizar Vallejo, “es mejor tener este costo político, y para evitar la duda de que se está favoreciendo a alguien, será mejor convocar a una nueva licitación en la que toda la sociedad pueda tener una observación social, y se les dé más tiempo a los competidores”.

Al reponer la licitación podrían participar más empresas mexicanas, expuso el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Funtanet. “Siempre hemos pugnado porque las licitaciones sean transparentes y no necesariamente gane la más barata”, dijo.

Cuestionado sobre el tema, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Gerardo Gutiérrez Candiani, advirtió que “si se repuso (la licitación) fue por algo, y en este caso fue la inconformidad de muchos grupos empresariales”.