Entrevista. "El TLCAN superó las expectativas"
NEGOCIOS. El ex secretario de Industria y Comercio, señala que con el tratado se están exportando más de mil millones de dólares. (Foto: MIGUEL ESPINOSA / EL UNIVERSAL )
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La concentración de las exportaciones en grandes empresas es producto de que desde los años sesentas se creo el programa de maquilas, el cual incentivó importar para vender fuera del país, pero nunca buscó a proveedores mexicanos, dijo Jaime Serra Puche, negociador del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), hace dos décadas, en su calidad de secretario de Comercio y Fomento Industrial.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Serra Puche afirmó que el acuerdo comercial trilateral superó sus expectativas y para el futuro habrá mayores oportunidades de atraer inversiones por las oportunidades que abre la reforma energética.
¿Cómo evalúa los 20 años recorridos del TLCAN?
Para hacer un balance serio, lo primero que hay que acordar es qué evaluar. En mis comparecencias en el Senado de la República siempre decía: “el tratado no será una panacea. Hoy que han concluido las negociaciones quiero reiterarlo para que no se generen falsas expectativas” y yo creo que es muy importante porque para hacer una evaluación y un recuento de cosas hay que tener claro qué se buscaba con un instrumento como el tratado, porque quién piense que el tratado iba a resolver todo está equivocado y hacer una evaluación en función de esa premisa no es útil.
Si la evaluación se hace sobre los propósitos del tratado que fue básicamente generarle capacidad de exportación y exportaciones al país y generarle capacidad de atraer ahorro externo vía Inversión Extranjera Directa para completar el ahorro interno, yo creo que el tratado ha tenido éxito.
Porque esas eran sus dos propuestas fundamentales y me parece que parte del debate es eso, que no está clara la premisa de cuál es el propósito del tratado y si el tratado como cualquier tratado comercial del mundo incorpora temas comerciales y de inversión, pues son obviamente sus dos objetivos, y ha sido un éxito.
Antes del tratado exportábamos en promedio 130 millones de dólares al día, hoy estamos exportando más de mil millones de dólares, y el 80% es manufactura.
En Inversión Extranjera Directa, nosotros teníamos antes del tratado 2 mil millones de dólares al año en promedio, entre 1988 y 1993, aunque hubo mejores y peores años.
El promedio en la vida del tratado es de 20 mil millones anuales. Es un cambio muy dramático.
Si hago el análisis o la evaluación de los resultados del tratado en función de esas dos variables que son las claves del tratado, yo creo que ha tenido mucho éxito.
¿Hay algunos conflictos entre los países socios y en México estamos arrastrando lo de autotransporte?
Yo creo que hay una cosa que le hizo falta al tratado y es algo que se tiene que pensar hacia adelante: Es que los mecanismos e instituciones en el tratado no se hicieron lo suficientemente verticales y con suficientes dientes. El ejemplo por antonomasia es el tema de los camiones. Los norteamericanos violaron esa cláusula desde el día uno, porque el acuerdo es que al principio se abrían los estados fronterizos y después gradualmente se abría el resto de los territorios y el día uno ni siquiera lo abrieron para los estados fronterizos.
Entonces desde ahí se violó y las tres partes no han encontrado una forma para resolverlo y es un tema que no es menor. Aunque alguna gente puede decir: ¡Bueno no es para tanto¡ pero es absolutamente clave para la competitividad de la economía regional y mexicana. Y no han podido resolverlo.
¿Ni siquiera el programa piloto de autotransporte?
Apenas son pruebas piloto. Pero no es de respeto a lo acordado originalmente.
¿La violación al TLCAN está ahí?
Sí. Pero el tema es que la idea era que el autotransporte en América del Norte fluyera sin límites, porque eso tiene consecuencias de competitividad extraordinarias y no ha ocurrido.
¿Será esa la piedra en el zapato más grande de los 20 años del TLCAN?
En mi opinión sí, aunque hay muchas otras piedritas y es normal, cuando exportas mil millones de dólares diarios e importas un poquito menos como socio. Es de tal magnitud el comercio que hay piedritas, pero la que es mayor es esto. Esto es un tema relevante porque empezó desde hace 20 años (el incumplimiento) y dos porque no lo pueden resolver y tiene consecuencias de competitividad muy, muy importantes.
¿Qué otros problemas se considerarían grandes en el TLCAN?
Existen otros problemas que encuentran sus canales de solución, vía los mecanismos que otorga y presenta el tratado para resolver los problemas, que son inevitables cuando tienes un volumen de comercio de esa magnitud o inversiones de esa magnitud, pero, no veo ningún otro que diga, esto sí le afecta muchísimo a la competitividad de la región, excepto el transporte.
¿Qué opina de que son 20 años del TLCAN y aún no hay mesas de negociación para lanzar el TLCAN 2.0; pero los tres países negocian ahora el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP)?
Uno de los temas más importantes para los próximos años es definir los esquemas de la arquitectura del TLCAN. O sea el esquema del tratado. La sensación que tengo es que no es un tema que esté claramente en la mesa de los tres países.
Los tres países están negociando el TPP y una parte muy importante debiera ser la coordinación de los tres países de América del Norte para asegurarnos que ganamos competitividad con ésta negociación y no que la perdemos. Es muy distinto el comercio que hace Vietnam con Estados Unidos, al que hace México y Canadá con Estados Unidos. En el caso de México y Canadá es ya más bien compartir producción o producción compartida. No nada más nos vendemos cosas entre nosotros. Hacemos cosas juntos en esquemas de integración de la cadena de valor y de cadena de insumos y de logística. Entonces, digamos, son dos cosas distintas. Hacer una negociación de varios países suponiendo o ignorando esta gran diferencia puede tener consecuencias para la región en términos de su competitividad.
Yo creo que si se genera por ejemplo un concepto de que todo el comercio o inversión originada en América del Norte debe estar regulada por la regla del TLCAN. Creo que ese es un esquema que protege la competitividad de la región.
¿Perdemos o ganamos en la negociación que tiene Estados Unidos con Europa?
Llevo rato empujando que se negocie como bloque y por lo visto los americanos no están muy convencidos de esa propuesta. Los europeos si no están convencidos están muy equivocados.
Piensa que en los próximos 20 años, la relación entre América del Norte y Europa estará regida por tres tratados distintos y con ello hay ineficiencias para el comercio muy importantes o sea, reglas de origen distintos, temas aduanales distintos, etc. Si fuese en vez de tres tratados bilaterales un tratado entre regiones muchos de esos obstáculos y distorsiones desaparecerían. Propongo que haya una cláusula de convergencia después de un tiempo. Se podría definir un tiempo, como cinco años para que los tres tratados converjan en uno y acabemos con un tratado entre América del Norte y Europa.
¿Perdemos, bajo las actuales condiciones de negociación de que solamente negocia Estados Unidos y Europa?
No sé si perdamos, pero se nos van oportunidades como región. Si tuviéramos un tratado entre América del Norte y Europa, los carros que yo produzca en México hoy los podría exportar a Europa, porque entonces la regla de origen se cumple porque la regla de origen será Norteamérica-Europa, no México-Europa.
¿Si volviera a negociar el TLCAN que le hubiera incluido, que quedó fuera?
Se incluyó todo lo que se tenía y podía incluir, dadas las circunstancias y momentos políticos, pero creo que ahora después de 20 años se podrían ensartar dos temas: uno es el movimiento laboral. Es decir se permite movilidad de bienes de capitales y no de mano de obra. Hay una complementariedad en la estructura, fuerza de trabajo de la región que va a seguir por muchos años.
Es muy importante que el debate en Estados Unidos sobre la migración no sólo se limite al tema de los que están ya allá. Quedaría incompleta si no se incluyen cláusulas hacia adelante. Me parece que la solución más inteligente de hacer eso sería con acuerdos de que los trabajadores se muevan en América del Norte sin obstáculos y lo que ocurriría es que muchos trabajadores se fueran a trabajar allá y regresen, porque los trabajadores mexicanos quieren regresar con sus familias y ayudarlas acá en sus pueblos de origen.
La segunda es que la reforma energética le abre chances importantes a México de aprovechar la revolución energética que ocurre en América del Norte, que se está dando un cambio en la energía enorme con todo lo del shale gas.
También incluiría un capítulo de comercio electrónico.
¿Tendríamos más inversiones con la reforma energética?
Creo que si, no he hecho un estudio, pero escucho argumentos y debates y me da la sensación de que si puede haber en toda la parte del gas shale y el petróleo shale. Ahí va a haber inversiones. O bien del Estado o de lo que o permita la ley.
Hay un potencial enorme de inversión en el shale gas en México, que con las reglas correctas y la infraestructura de tuberías y gasoductos correctos se traduciría en un gas barato para México.
¿El Inegi afirma que el comercio se ha concentrado mucho en unas cuantas grandes exportadoras, en cien empresas. Fue producto de que las políticas impulsaron más a las transnacionales?
Eso es un poco de la naturaleza de ese tipo de firmas, no conozco las cifras y no las he visto, pero me parece que es una cifra que aislada no dice demasiado. Nos hemos consolidado como un país exportador de manufacturas. Las cadenas de proveeduría y de integración de los exportadores.
Todo mundo habla de maquila y ya no existe en el sentido fiscal; desapareció desde el año siete del TLCAN. Aquí es más bien un tema de que tan integrados están las cadenas y por ende qué tantas empresas más medianas o pequeñas están involucradas en la exportación indirecta, como proveedoras de las grandotas que exportan. El juicio convencional es que no hay un muy alto contenido nacional, en gran medida, por el programa de maquilas. Porque en los sesentas y setentas se creo una isla geográfica y conceptual de los exportadores, al generar incentivos y condonar aranceles a los exportadores que no vendieran en México. Así se hizo una cultura aislada del resto del país. Estas empresas no tenían el menor incentivo de buscar proveeduría mexicana porque les daban la posibilidad de no pagar el arancel a lo importado y no les importaba el mercado mexicano, porque no les dejaban vender en el mercado mexicano como regla.
Lo que creo es que el gobierno tiene que encontrar más formas de promoción de mayor proveeduría mexicana y tomar en cuenta que los también son los indirectos, con el gran reto de no volver al proteccionismo.
¿Está satisfecho de lo que ha pasado con el TLCAN, fue lo que esperaba?
Más. No esperaba que después de 20 años del TLCAN no pensé que exportáramos más de mil millones de dólares diarios, no estaba en mi expectativa cuando hice la negociación.
¿Se hubieran podido incluir mecanismos para reducir la desigualdad entre los tres países del TLCAN?
He escuchado el argumento varias veces, de que en Europa se utilizaron fondos. Pero todo el tema de fondos y movilidad laboral ocurrió 50 años después de que se hicieron las primeras negociaciones en Europa, entonces hay que darle tiempo a eso, y me parece que eso es de los temas que tienen que entrar en el futuro.
Si en el TLCAN se hubieran implementado las reformas, hubiéramos ganado más, pero entraron 20 años después del tratado.
¿Tiene más futuro el TLCAN, a pesar de las negociaciones que realizan en paralelo los socios?
Creo que el mercado de América del Norte y la realidad económica de la región va más adelante que las políticas gubernamentales. Es un mercado que se integra más rápido de lo que refleja el discurso.
Hay un elemento más: la gravedad de los mercados. Realmente hay una tendencia natural a que los mercados se comuniquen.