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Los recientes recortes a la tasa de referencia del Banco de México poco han ayudado a la alicaída economía nacional porque no empatan las políticas fiscal y monetaria del país, aseguró el director para América Latina de Moody’s Analytics, Alfredo Coutiño.

El experto dijo que a los consumidores e inversionistas de nada les sirve que haya nuevos recortes a las tasas si la disponibilidad de dinero está restringida.

Explicó que después del primer recorte de tasas en marzo, el banco central comenzó un proceso de restricción de la liquidez a través de la emisión de Cetes, con el objeto de que el abaratamiento del dinero dado por los recortes de tasas no se tradujera en presiones de precios.

“A pesar de tener menores tasas de interés, la disponibilidad de crédito se redujo, por lo que los mercados se han engañado a sí mismos y crearon una ilusión monetaria”.

Hay la impresión, dijo, de que Banxico ayuda a la economía a través de los recortes, pero dijo esa percepción es equivocada porque esos ajustes no han producido condiciones monetarias expansivas; al contrario, han sido restrictivas.

Señaló que la evidencia empírica muestra que la sincronización de las políticas económicas en un país arroja mejores resultados para su economía, pero para que esa coordinación de resultados óptimos es necesario que se liberen de sus restricciones impuestas por mandatos uni-objetivos.

“Mientras a las autoridades hacendarias les interesa sacar a la economía de su debilidad actual a través de una expansión del gasto, a la monetaria le interesa más controlar la inflación”, expresó.

En este sentido, añadió, las dos políticas podrían enfrentar fricciones porque por mandato constitucional al Banxico no se le exige ayudarle al crecimiento; por el contrario, podría restringir las condiciones monetarias si se presenta una amenaza inflacionaria, sin importar que la economía se encuentre en recesión.

La semana pasada, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dijo que hay una comunicación cotidiana y fluida entre el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, y él, así como de las diversas áreas de ambas instituciones.

“Colaboración que, además, es parte del diseño institucional al existir instancias formales en las que trabajamos juntos cotidianamente, desde la participación sin voto, pero con voz del titular de Hacienda y el subsecretario de Hacienda en la Junta de Gobierno de Banxico, hasta la participación conjunta en la Comisión de Cambios o en el Consejo de Estabilidad Financiera”, dijo.

El economista en jefe de Bank of America Merrill Lynch, Carlos Capistrán, afirmó que tanto la política monetaria como la fiscal han estado coordinadas y han ayudado a la estabilidad económica del país.

Sin embargo, reconoció que este año en particular la fiscal se descoordinó y que fue la que contribuyó a la desaceleración de la economía nacional, en gran parte por la lenta operación del gasto público.

Para resarcir el menor gasto, así como los menores ingresos que se han obtenido a partir de la desaceleración económica, es que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público solicitó al Congreso un déficit de 0.4% sobre el PIB para este año y de 1.5% para el próximo.