La Alianza por la Salud Alimentaría, que agrupa a diversas organizaciones civiles, pedirá al Congreso de la Unión un incremento del 20% a los impuestos de los refrescos, pues México enfrenta problemas serios de obesidad que genera enfermedades crónicas no transmisibles.

Datos del Instituto Nacional de Salud Pública establecen que un mexicano en promedio consume 163 litros de refrescos al año, consumo 40% mayor que el de un estadounidense promedio con 118 litros al año.

Al presentar la Segunda Entrega de la Encuesta Nacional sobre Obesidad referente a la percepción de la ciudadanía en el tema de consumo de refrescos y su apoyo a medidas fiscales como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a los refrescos azucarados, arrojó que 39% de las personas con obesidad y 29% de personas con sobrepeso consumen diariamente refrescos u otras bebidas azucaradas.

De igual forma, 91% de los hijos de los encuestados (niños entre 6 y 16 años) consumen bebidas azucaradas.

Asimismo, el 79% de la población consume refresco u otras bebidas azucaradas embotelladas en México.

La encuesta, realizada por la consultora Dinamia, basada en mil 500 entrevistas cara a cara en vivienda con representatividad nacional, levantada entre el 19 y el 23 de julio de 2013, reveló que 70% de la población manifiesta estar de acuerdo en que se ponga un impuesto al refresco del 20% (aproximadamente $1.50 pesos).

El 29% considera que los recursos de este impuesto deben ser destinados a campañas de orientación alimentaría y un 27% a la creación de un fondo destinado a la prevención de la diabetes.

También, indicó que 71% de los encuestados estaría de acuerdo con el impuesto al refresco si el dinero recolectado estuviera destinado exclusivamente a la instalación de bebederos de agua potable en escuelas y espacios públicos.

El 33% de la ciudadanía afirma que para que existiera una disminución en el consumo de refresco tendría que haber un aumento en el costo del producto de entre $1 y $5 pesos.

Mientras que 21% de los encuestados considera que debe subir de $6 a $10 pesos para dejar de consumirlo. De aprobarse un impuesto al refresco, el 38% afirma que reduciría su consumo y 33% dejaría de tomarlo.

Eduardo Sánchez, asesor legislativo, destacó el llamado que el pasado lunes hizo la senadora Marcela Torres al secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al subsecretario de Ingresos, Miguel Messmacher, y a aquéllos involucrados en el diseño del Paquete Económico 2014 y Ley de Ingresos a incluir el impuesto del 20% a los refrescos azucarados, que busca proteger el derecho a la salud y la alimentación sana de los mexicanos.

"Esta propuesta que se lanza desde la sociedad civil, y que retoma la senadora, es una medida eficiente y de gran impacto para desincentivar el consumo de estas bebidas con gran aporte calórico, impacto negativo en la salud y sin ningún beneficio nutricional", destacó.

Para Luis Manuel Encarnación, de la Organización Contrapeso, el hecho que México sea el primer consumidor de refresco nos enfrenta a la necesidad de disminuir su consumo, por su relación comprobada con la obesidad.

Es por esto, agregó, que llamamos a la Secretaría de Hacienda, y al propio Luis Videgaray, a incluir esta propuesta de salud dentro de la Ley de Ingresos a presentarse el 8 de septiembre próximo, que permitirá la inversión en programas de prevención tan necesarios como lo es la introducción de agua potable en espacios públicos y escuelas",.

A su vez, Alejandro Calvillo, director de El Poder del Consumidor, dijo que solamente 10% de lo que se podría recaudar con un impuesto del 20% a los refrescos sería suficiente para instalar bebederos de agua en las más de 120 mil escuelas del país.

"No solamente somos el país con mayor consumo de refrescos, también de agua embotellada y esto tiene un fuerte impacto en la economía de las familias. Requerimos de una profunda política pública por la hidratación a través de agua y el impuesto al refresco podría dar los recursos para impulsarla", señaló Eduardo Sánchez.

El asesor legislativo señaló que desde que la senadora Marcela Torres promovió la iniciativa para establecer un impuesto al refresco hubo resistencias para turnar el tema a comisiones de la Cámara de Diputados, y que cabilderos de la industria se le acercaron para convencerlos de que el problema de salud en México tiene que ver con los hábitos de alimentación y no a los refrescos.