El gobierno federal, a través de la Secretaría de Salud informó de la instalación de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental en el Río Sonora, en el municipio de Ures, con la finalidad de que se continúe con los trabajos de monitoreo de las personas afectadas por el derrame del 6 de agosto de 2014 y de las fuentes de agua de abastecimiento para la población, informó la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

A través de un comunicado la Cofepris, que encabeza Mikel Arriola, precisó que la Unidad se encuentra integrada por 19 personas, conformadas por médicos generales, epidemiólogos, enfermeros, psicólogos, trabajadoras sociales.

El 6 de agosto, una "falla estructural" en las instalaciones de la mina Buenavista del Cobre, que forma parte de Grupo México, provocó el derramamiento de 40 mil metros cúbicos del ácido que se vertieron en el río Bacanuchi y posteriormente al río Sonora.

Como parte de las acciones ante esta situación, se ha instalado la citada Unidad que realiza actividades de identificación de casos, seguimiento de atención a la salud y toma de muestras de agua para consumo humano de manera continua, para evitar riesgos a la salud de la población que habita en la región afectada contando con un presupuesto inicial aportado por el fideicomiso del Río Sonora de 23.6 millones de pesos.

El proyecto ejecutivo para la construcción de la primera Unidad de Vigilancia Epidemiológica Ambiental permanente en el país, se someterá a la autorización del Comité Técnico del fideicomiso del Río Sonora para iniciar su construcción en el segundo semestre de 2015, mismo que operará durante los siguientes 15 años.

A nombre de la Secretaria de Salud, Mercedes Juan, y del Comisionado Federal, Mikel Arriola, representantes  de la Cofepris  y otras instituciones, dieron a conocer los resultados de la Estrategia de Vigilancia y Atención Epidemiológica en el Río Sonora en las fases uno, dos y tres.

La Comisionada de Evidencia y Manejo de Riesgos de la Cofepris, Rocío Alatorre, informó que a la fecha las brigadas han revisado la salud de casi 10,875 habitantes del Río Sonora, de los cuales 270, es decir, el 2.5% de la población, ha presentado algún tipo de afectación en su salud sin que hayan ameritado hospitalización o provocado muertes.

Durante la fase aguda de atención de agosto a septiembre de 2014, se registraron 37 afectados y a partir de octubre de 2014, se inició la búsqueda intencionada de pacientes encontrándose a la fecha 233 casos más.

La afectación ocurrió, en la mayoría de ellos, durante las primeras tres semanas posteriores al derrame, ya que se trata de gente que no acudió a algún centro de atención médica.

Los daños más frecuentemente reportados fueron dermatológicos (85%) con un total de 212, seguidas las registradas en aparatos digestivo y oftalmológico. Los síntomas han sido comezón en la piel, resequedad, lagrimeo y conjuntivitis.

Actualmente, se sigue monitoreando, brindando atención médica integral y vigilando la salud de la gente del río para detectar afectaciones por exposición a contaminantes, se señaló en el comunicado.

En cuanto a la calidad del agua de los pozos de la región, la Secretaría de Salud informó que a la fecha cuenta con el análisis y el resultado de más de 250 muestras de agua.

Con estas se demuestran que su calidad es apta para uso y consumo humano al encontrarse todos los valores dentro de los parámetros establecidos en la NOM-127 y la Unidad de Vigilanicia Epidemiológica y Ambiental continuará con el monitoreo permanente de los pozos y la red pública de abastecimiento bajo la directriz de la Secretaría de Salud.