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"Estoy casado con la política"

Dalia Martínez| El Universal
Martes 27 de enero de 2015

El diputado federal admite que los principales obstáculos que habrá que vencerse en las próximas elecciones son el descrédito de todos los partidos. (Foto: RAÚL TINOCO )

En un diálogo salpicado de anécdotas, Silvano Aureoles habla de su relación con EPN, la salida de Cárdenas del PRD, los comicios y aun de su vida personal

 

MORELIA

Para Silvano Aureoles Conejo, precandidato del PRD a la gubernatura de Michoacán, las versiones que lo ubican como el favorito de Los Pinos para encabezar el gobierno estatal por los próximos seis años, son sólo parte “del imaginario colectivo”, y dice que nada tienen que ver con la relación institucional que lleva con el presidente Enrique Peña Nieto.

“Son puras especulaciones. Yo llevo una relación institucional con Peña Nieto, porque presido la Cámara y por mi posición política en este momento. Hay diálogo con el Presidente, siempre hemos mantenido una relación respetuosa con todos los poderes. Cada partido tiene sus métodos de trabajo y negociación, y los emplea como mejor puede”, precisa.

La última vez que se reunió con el Presidente, relata, fue en diciembre, en el marco de un evento oficial de carácter agropecuario, donde platicaron de la situación del país, de Michoacán, de las iniciativas de la Cámara (de Diputados), y cuatro meses antes, dice, trató con el mandatario el tema de La Ruana y le advirtió que era un “foco rojo”.

Tres días antes de los hechos del 16 de diciembre, le dijo al presidente Peña Nieto que había que poner atención en ese lugar: “Y luego sobrevinieron los hechos donde perdieron la vida nueve personas”.

—¿Le cae bien Peña Nieto, es su amigo?, se le pregunta.

—(Ríe) Pues sí… Hay una relación respetuosa (con el Presidente), como debe de ser, institucional.

Igual que su principal contrincante del PAN, Luisa María Calderón, Aureoles Conejo va por segunda ocasión a una contienda electoral en un escenario marcado nuevamente por la violencia, pero con un descontento social y descrédito a los partidos.

El perredista, quien ha pasado de pertenecer a la corriente cardenista a seguidor de los llamados Chuchos del PRD, asegura que la apuesta ahora para su partido es poner en el centro de la agenda las demandas surgidas de los ciudadanos de a pie.

“Es un escenario distinto, sobre todo para los michoacanos que sufren más pobreza. El tema de seguridad es más grave, porque tenemos mayor número de víctimas y delitos, pero creo que es posible ofrecer un escenario distinto y caminar con la sociedad en la solución de problemas que todos queremos ver resueltos”.

A tres años de distancia y en lo personal y lo político, el diputado federal —quien se jacta de nunca haber pasado por el PRI— dice que está maduro para alcanzar un sueño acariciado por muchos años.

Su preocupación se centra, dice, en que sus principales contrincantes Luisa María Calderón (PAN) y Ascención Orihuela (PRI) hayan abierto sus discursos repartiendo culpas.

“Se trata de asumir las responsabilidades que nos tocan, porque en el balance final la problemática no nos deja afuera a casi nadie.”

Por el momento, el diputado federal que preside la Cámara baja en el Congreso de la Unión admite que los principales obstáculos que habrá que vencerse en las próximas elecciones del 7 de junio en Michoacán, donde se renueva la gubernatura, las 40 diputaciones locales y 112 alcaldías (excepto Cherán), son el descrédito de todos los partidos, la apatía, el desencanto y el abstencionismo.

El PRD sin Cárdenas

Sin darle vueltas, Aureoles Conejo admite que la renuncia del ingeniero Cuahutémoc Cárdenas Solorzano pesará en el ánimo de la militancia, quien considera al líder moral un guía y el gurú de los candidatos por los que habría que votar.

“Sí le pesa al PRD la renuncia de Cárdenas, pero creo que el ingeniero sabe que se puede renunciar a la militancia, pero no al compromiso ni a la lucha. Tengo confianza en que se pueda sumar a algunas de nuestras propuestas”, indica.

En Michoacán el voto duro del PRD representa 30% de la militancia, la cual históricamente ha participado bajo el auspicio del cardenismo y veían con buenos ojos que un militante o contendiente tuviera el apoyo de la familia Cárdenas, porque les inspiraba confianza y certeza.

Sin embargo, tras la renuncia del fundador del PRD y ex gobernador michoacano (Cuahútemoc Cárdenas Solorzano), no se dio en el estado una desbandada de sus seguidores de su corriente, y candidatos como Silvano Aureoles han decidido mantenerse sin dejar de reconocer el liderazgo ideológico de su líder.

Tierra Caliente, tierra de fuego

Nacido en la zona de Tierra Caliente, pero del lado del sureste michoacano, Silvano Aureoles reconoce que en los municipios donde hay conflicto armado, “la paz está construida con alfileres”, pero rechaza que haya motivos para pensar siquiera en suspender las elecciones.

“Los que piensan que no podría haber elecciones en estos lugares es porque no les gustan, no les gusta que opine la gente ni que participe, pero siendo objetivos, creo que hay lo necesario para celebrar comicios ahí. Las elecciones en el estado y en toda Tierra Caliente son la gran oportunidad para replantearnos las cosas, para que los michoacanos cambien su destino. Es responsabilidad de la autoridad garantizar que haya comicios democráticos y libres”.

En las elecciones pasadas en Tierra Caliente los ciudadanos votaron a punta de pistola. ¿Cómo evitar que esto vuelva a pasar?

—Es parte de la gobernabilidad, es parte de la responsabilidad que tendrán las autoridades, y yo celebro que el secretario de Gobernación y los encargados de la seguridad del país, volteen hacia Michoacán. Yo espero que de ahora en adelante evalúen de manera periódica cómo va avanzando el proceso, porque de ello depende que salgamos adelante.

Autodefensas

Silvano Aureoles dice respetar la lucha armada que hace casi dos años emprendieron grupos de civiles armados en la región de Tierra Caliente, pero opina que hoy no es el camino adecuado para resolver los conflictos que vive esa región.

“La justicia por propia mano no es la ruta. Yo respeto mucho a la gente que tuvo que salir a defenderse porque no tenía opciones, pero ahora las cosas han cambiado y es tiempo de replantear el camino. La responsabilidad de la seguridad pública es del gobierno, del Estado, y quien tenga vocación para hacerlo”.

Se define como un michoacano convencido de que este no es el destino que quieren ni merecen los michoacanos, y dice soñar con la justicia social, sobre todo para la gente más humilde que le recuerda sus lejanos orígenes de hijo de madre soltera, que, para subsistir, tuvo que cargar bultos en el mercado municipal.

Después del 8 de febrero es casi seguro que Silvano Aureoles se erija como el candidato del PRD a la gubernatura por segunda ocasión, y aunque muchos lo acusan de actuar desde ahora con soberbia, moviéndose casi como si fuera ya el gobernador, él afirma que el poder no le nubla el objetivo de llegar a la magistratura del estado, “con la humildad de gobernar para todos”.

Azul antes que amarillo

Contrariamente a lo que se pueda pensar, este político michoacano de casi 50 años de edad, confiesa sin rubor que su color favorito es el azul y lo justifica nuevamente con un anécdota personal, en donde recuerda que su madre, a la edad de siete años le cosió a mano un traje de camisa azul y pantalón blanco para que hiciera su primera comunión en la Capilla de los Chilares, en Carácuaro. Desde ese día desarrolló el gusto por el color azul casi en todas sus tonalidades.

De sus hobbies habla con naturalidad y asegura que el que más disfruta es tener espacio con sus dos hijas: “es reconfortante, por lo menos un día a la semana, comer con ellas”.

Su otro gran amor son los caballos. Tiene 10 caballos, repartidos en ranchos de Zitácuaro, Carácuaro y Morelia. La mayor parte de ellos, son pura sangre. Este gusto lo remonta a su niñez, donde asegura que lloraba por tener uno de ellos, para poder acariciarle la crin y montar en su lomo sintiendo la misma adrenalina.

“Me gusta el olor del sudor de los caballos, y procuro darme tiempecito para montar”. Sus caballos preferidos son el Mamey, un viejo caballo criollo al que le tiene especial aprecio. El Catrín era otro de sus favoritos, pero hace poco tuvo que venderlo.

De su vida personal, Aureoles Coneja hace poco pensó en rehacer su vida y casarse nuevamente, pero sin dar detalles, explica que hoy esta no es la condición.

“Estoy casado con la política, esa nunca me abandona, aunque a veces me maltrata y me revuelca”. Afirma que no renunciará al amor y que mantiene la esperanza de que pronto pueda encontrar a alguien que aguante el ritmo de la política y la vida pública.



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