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Reza Hipólito el último rosario a su hijo Manolo
El ex líder de la autodefensas, Hipólito Mora, llegó al penal David Franco Rodríguez, conocido como Mil Cumbres, donde fue recibido por José Martín Godoy Castro, procurador de Justicia de Michoacán Raúl Tinoco /EL UNIVERSAL
Elementos de la policía ministerial fueron los encargados de trasladar a Hipólito Mora y a más de 20 miembros de la Fuerza Rural Estatal al penal David Franco Rodríguez, conocido como Mil Cumbres Quadratín
El helicóptero Blackhawk de la Policía Federal aterrizó en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia de Michoacán, a las 16:00 horas, con el primer grupo de implicados Quadratín
Mora y los ex autodefensas enfrentarán proceso penal por el enfrentamiento ocurrido el pasado 16 de diciembre, y en el que su hijo Manuel perdió la vida Quadratín
Antes de ser detenido, Mora pidió a las autoridades tiempo para el último rosario de su hijo Manuel, fallecido en el tiroteo donde murieron 11 personas en La Ruana, en una disputa con el grupo de rurales de Luis Antonio Torres, "El Americano" Quadratín
Mujeres y niños despidieron con lágrimas a sus familiares, hombres de Hipólito Mora, al ser detenidos por elementos ministeriales Quadratín
Por la mañana, los accesos a La Ruana fueron bloqueados por grupos de civiles, mientras que un helicóptero sobrevoló a baja altura las entradas a esta comunidad, donde vive Hipólito Mora Chávez Quadratín
Como si fuese la última voluntad de un hombre a punto de perder la libertad, a don Hipólito Mora le permitieron el último rezo comunitario para la salvación de su hijo, Manolo Mora.
Ya son pocas armas, los ministeriales resguardan, los militares vigilan, la calle está copada, nada ni nadie entra o sale.
Ya todos de pie para comenzar el noveno y último en memoria de Manolo Mora, con su padre presente, don Hipólito, quien le pidió el favor al procurador Martín Godoy, éste aceptó.
Tras las letanías, las plegarias, los ex autodefensas, ya sin playeras, pero con la misma convicción de hacer lo correcto, con el ejemplo y encabezados por su líder don Hipólito.
Mas gente llega, le dicen a don Hipólito que no se entregue, que no los deje desprotegidos, él les contesta que el Ejército cuidará de pueblo hasta que él y su gente vuelvan, están confiados al afirmar que ellos hicieron lo correcto.
Quienes no rezan, observan calladamente, las mujeres de la casa entran y salen ultimando detalles, son 300 comensales.
Se respira dolor, resignación e incertidumbre de qué pasara con el pueblo cuando los 31 hombres que lo defienden con su vida se vayan presos
ahc
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