Hombres, mujeres y niños se sumaron este miércoles al viacrucis del migrante que recorrerá el trayecto que usan los inmigrantes de Centro y Sudamérica, hacia Estados Unidos.

Un grupo de observadores en derechos humanos partió el martes con los migrantes de la comunidad El Naranjo, Guatemala, para luego atravesar en lancha el río San Pedro, línea divisoria entre México y Guatemala.

Ya en territorio mexicano, los migrantes y los activistas recorrieron varios kilómetros hasta llegar al albergue Los 72, en el municipio de Tenosique, Tabasco, que dirige Fray Tomás González.

El martes por la noche, los extranjeros escenificaron el lavatorio de pies como una forma de llamar a la reflexión a la sociedad civil.

El activista Rubén Figueroa dijo que la peregrinación es una "acción abierta de desobediencia civil", para que la sociedad voltee la mirada a los migrantes que buscan llegar a Estados Unidos.

Agregó que los organismos de derechos humanos que han seguido de cerca el flujo migratorio no están de acuerdo con la política migratoria, por lo que exigen que se sustituya con el fin de que se le otorgue a los extranjeros la visa de transmigrante, que les permita transitar por todo el territorio mexicano, con el fin de garantizar sus derechos humanos.

Otras de las acciones, añadió, son que desaparezca el Instituto Nacional de Migración (INM) y se cree una institución que promueva la seguridad humana y no la seguridad nacional del país.

El activista dijo que lo ideal sería la conformación de un organismo en donde todas las personas que sean parte de ésta, cuenten con un perfil que respete los derechos humanos de los extranjeros.

Figueroa explicó que lo que se necesita es que México sea un país anfitrión para los hombres y mujeres que por varias razones usan su territorio para llegar a Estados Unidos.

Esta tarde los extranjeros esperan abordar el ferrocarril que los llevará hacia el municipio de Palenque.

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