Un grupo de cerca de 300 habitantes del municipio de Huandacareo doblegó la noche del jueves a los más de 20 elementos de la policía local, los corrió y tomó el control de la seguridad pública.

Los pobladores, quienes permitieron que siga despachando el alcalde Juan Díaz Rangel, pretenden "limpiar" a esta comunidad del grupo delictivo de Los Caballeros Templarios, pues aseguraron que habían abusado del cobro de cuotas, robos y homicidios de gente inocente que se negaba a pagarles.

A bordo de las tres patrullas de la policía municipal, jóvenes encapuchados desarmados pasaron por las calles de las diferentes colonias de esta localidad de unos nueve mil habitantes, para verificar que todo estuviera en orden y para buscar a integrantes de la organización criminal.

Por el altavoz pidieron a la gente que asistieran a una junta que encabezaría el alcalde en la plaza principal para dar información sobre el movimiento y para tranquilizarlos de que no tuvieran temor y de que él seguiría en sus funciones. Según los hoy comunitarios, el edil está colaborando con ellos.

Estos, aseguraron jóvenes con el rostro cubierto, no eran originarios de Huandacareo, sino de Apatzingán. "Los mandamos a la fregada porque estaban bien metidos con los templarios", dijo uno de los que se revelaron.

Sostuvo que tampoco permitirán que lleguen los miembros de las autodefensas, pues señaló que uno de los objetivos de su movimiento es que sean personas originarias de esta comunidad las que se encarguen de la seguridad.

"Había muchas quejas de fraudes de los policías, abusos. Si arrestaban a alguien lo golpeaban, le quitaban todo su dinero y no lo reportaban y eran policías que no conocíamos, que no eran de aquí.

"Por eso se tomó la iniciativa y porque nos habían avisado que iban a entrar autodefensas, y el pueblo es muy turístico y si llegan las autodefensas a entrar, a lo mejor deja de llegar gente de Estados Unidos, de otros países y de otros estados, a los balnearios (...) no queremos espantar a la gente".

El Ejército llegó anoche para conocer sobre la situación y se retiraron por la mañana; después llegaron elementos de la Policía Federal para vigilar que hubiera orden y la población no fuera afectada.

La gente realizaba hoy sus actividades con normalidad, al igual que los empleados del municipio. Algunos señalaban que si asistirían a la reunión de hoy que encabezará el alcalde Juan Díaz Rangel.

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