"A Chilpancingo, si la gente lo pide"
ARMAMENTO. La UPOEG asegura que sus integrantes "no le apuestan a las armas sofisticadas"; usan las que les permite la ley a jornaleros y campesinos. (Foto: ANWAR DELGADO / EL UNIVERSAL )
EL OCOTITO
Bruno Plácido Valerio, fundador de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), sostiene que llegarán a la cabecera de Chilpancingo si la comunidad se los pide; por ahora, han llegado aquí, a sólo 22 minutos de la capital del estado, y, más adelante, al poblado de Mazatlán, a únicamente 15 minutos de distancia.
Este hombre de 44 años, padre de cuatro hijos y originario de Azoyu, en la Costa Chica, se da un tiempo y respira antes de contestar: “El financiamiento de nosotros lo hacen los propios ciudadanos; no hay narcotraficantes detrás de nosotros, y si hay que se denuncien. Pero aquí no hay ninguna mano que mece la cuna. La única mano que mece la cuna es la pobreza”.
Plácido Valerio dice en entrevista con EL UNIVERSAL que están en su derecho y que ante una autoridad que no quiere ver al delincuente son los propios ciudadanos los que han decidido poner orden con base en la Constitución.
—Pero las armas que portan ustedes, ¿de dónde surgen?
—¿Por qué no se han preguntado de dónde vienen las armas que traen los delincuentes? ¿Por qué cuando una comunidad se defiende es cuestionada?
“Las armas que tenemos son rifles .22, escopetas .410 y 12, que de acuerdo con la Ley Federal de Explosivos son las que pueden portar campesinos y jornaleros. No le apostamos a las armas sofisticadas y el arma más importante para nosotros es la organización de la gente que comienza a participar para discutir su destino.
“Este movimiento es para restablecer el orden y regresar el Estado de derecho, y de eso habla el gobierno, pero es el primero que lo ha violado. Nos fundamentamos con el artículo 39 de la Constitución”.
Bruno Plácido Valerio, quien señala corrupción en los tres niveles de gobierno, asegura que no están en contra de ninguna institución, sino que entre sus objetivos está colaborar con éstas para recuperar la tranquilidad.
“Sin embargo, hay gobernantes que quieren controlar y piensan que Guerrero y México son de su propiedad”, afirma.
Cooperación voluntaria
—¿Pero ustedes cómo se financian? La gente, los empresarios han decidido que de las cuotas que les daban al crimen organizado, ¿ahora les dan dinero a ustedes? —se le insistió
—No le exigimos ni obligamos a nadie, ni por sector para que den cooperación, esta es voluntaria, por conciencia de la gente y si hay alguien a quien se le exigió que nos diga y ponemos orden, porque nadie puede venir a extorsionar.
“Algunos lo han dicho: si el crimen me pedía 50, 100 mil pesos, ahora muchos apoyan con 100 o 200 pesos, y también con la comida”
—¿Por ahora hasta dónde van a llegar?
—Hasta Mazatlán, que es municipio de Chilpancingo, y si los ciudadanos (de Chilpancingo) se organizan y solicitan, nosotros iremos, porque nosotros no podemos llegar por sí solos. Nosotros vamos a donde la gente solicita, pero donde también ellos se comprometen a participar.
“Hay solicitudes de Acapulco 1, que es la Costera, y Acapulco 2, donde están obreros y transportistas de la Colosio y la Zapata, donde nadie se preocupa por ellos”.