aviso-oportuno.com.mx

Suscríbase por internet o llame al 5237-0800




Imperan aún guarderías pirata en Sonora

Marcelo Beyliss Corresponsal| El Universal
04:50Martes 11 de febrero de 2014
Sin letreros en el exterior, la guardera Disney opera en una casa particular en el centro de Guayma

CLANDESTINA. Sin letreros en el exterior, la guardería Disney opera en una casa particular en el centro de Guaymas, a dos cuadras del cuartel de Bomberos. (Foto: MARCELO BEYLISS / EL UNIVERSAL )

Estancias prestan servicio en la clandestinidad, sin medidas de seguridad

GUAYMAS

En Sonora, donde aún se llora a 49 niños que murieron tras un incendio en la guardería ABC, era difícil pensar que ocurriría otra tragedia en una estancia, hasta que David Adrián, de seis meses, murió por broncoaspiración en un centro infantil de esta ciudad.

Ubicada a dos cuadras del Cuartel de Bomberos y de Protección Civil, en el primer cuadro de Guaymas, a la vista de cientos de transeúntes que por ahí pasan todos los días, era difícil pensar que la guardería Disney fuera una estancia clandestina, atendida por personal sin la debida capacitación.

En el interior de este sitio, que tiene la estructura de una vieja casa del Centro, el pasado 4 de febrero David tuvo un vómito que le obstruyó la respiración.

Según vecinos, este negocio donde se cuidaban niños llevaba alrededor de seis años en servicio, es decir, permaneció en funciones aun cuando las autoridades de los tres niveles de gobierno llevaron a cabo programas para detectar y regularizar las estancias infantiles luego de la tragedia de la ABC, en la que murieron 49 niños y más de 70 resultaron con graves lesiones el 5 de junio de 2009.

Situada en el número 68 de la calle 14 del centro de Guaymas, la guardería Disney no reunía los mínimos requisitos de seguridad. Su propietario, Francisco Javier Acuña Mayoral, está bajo investigación del Ministerio Público, pero en ningún momento se le ha privado de la libertad.

La falta de medidas de protección civil se observan rápidamente: por ninguna parte hay una puerta de emergencia, uno de los principales requisitos que se imponen a cualquier establecimiento. En el costado sur de la casa habilitada como guardería se observan dos cilindros caseros de gas; sobre éstos, hay un viejo aparato de aire acondicionado y enseguida un calefactor para agua. Es decir, gas, electricidad y flama juntos.

Quienes revisaron el interior describieron que no cuenta con extintores, luces de emergencia, rutas de evacuación ni puntos de reunión. Tampoco tiene permiso de uso de suelo, autorización de la Comisión Contra Riesgos Sanitarios (de la Secretaría de Salud del Sonora) ni razón social.

Aun con esas fallas, padres de familia y vecinos toleraron que el centro cuidara niños en esas condiciones. Las autoridades, con el argumento de que “no pueden adivinar quién está en la clandestinidad”, permitieron su operación.

Exceso de confianza

Gerardo Hernández Ortiz, papá de una de las niñas que asistía a la guardería Disney, reconoce que nunca preguntaron ni indagaron si contaba con autorización sanitaria, de protección civil y fiscal.

Les dio confianza que a sólo dos cuadras del lugar está el cuartel de Bomberos y las oficinas de la Unidad Municipal de Protección Civil, además de que el establecimiento tenía más de seis años.

“Y también veíamos memorándums de la Secretaría de Salud en los que se informaba de las campañas de vacunación. Todo parecía tan normal. Contaban con personal muy atento, que nos daba muy buen servicio, pero a la vez muy estricto con los niños”, recuerda.

Dice que en Disney pagaba al mes por su hija mil 100 pesos, con derecho a cuatro alimentos: desayuno, almuerzo, comida y merienda.

Comenta que otro aspecto que le generó confianza fue la asistencia constante de muchos niños. Incluso, hijos de trabajadores eventuales de las instalaciones locales de Petróleos Mexicanos (Pemex) asistían a ese lugar.

Hernández, cuya bebé fue registrada en julio pasado en esa guardería, dice que ahora que han salido a relucir las deficiencias en materia de protección civil se ha percatado que, en efecto, Disney no contaba con puertas de emergencia, ni alarmas, ni sistema contra incendios.

Pese a todas las irregularidades, el padre de familia dice que espera que el centro reinicie operaciones para volver a llevar a su hija.

“Estamos esperando a ver en qué para esta clausura temporal. Si abre, seguiríamos ahí en lo que nos llega cupo, porque tenemos solicitud en otra. Pero es un poco complicado encontrar espacio en guarderías”, afirma.

Ocultas en casas

El director de la Unidad Municipal de Protección Civil, Óscar Espada Cortez, señala que es imposible detectar las guarderías clandestinas, pues están ubicadas en casas habitación y además la gente no hace las denuncias correspondientes.

“Es imposible para nosotros dar con ellas si no existe una denuncia, ya que este tipo de establecimientos operan en casas particulares, sin ningún tipo de licencia de uso de suelo, ni razón social, ni licencia de funcionamiento, registro sanitario, mucho menos de Protección Civil. Están disfrazadas u ocultas dentro de casas particulares”, dijo.

Uno de los principales obstáculos, dice, es el silencio de los propios padres de familia, quienes no denuncian por temor a quedarse sin estancia para sus hijos.

Estar registrados permite a las autoridades obligar a los propietarios de las guarderías a que faciliten capacitación a sus empleados, asegura. “En este caso, si las personas encargadas hubieran tenido capacitación especializada probablemente hubieran sacado adelante al bebé que murió por broncoaspiración”, opina.

Pedro Díaz Félix, responsable del área de Salud de la Dirección Estatal Contra Riesgos Sanitarios, señala que la guardería Disney estaba en condiciones precarias.

EVIDENCIAS. A simple vista se aprecian irregularidades en la estructura de la casa, como en esta parte del techo apuntalada con vigas de madera



Ver más @Univ_Estados
comentarios
0