Los 120 policías municipales de Chilpancingo protestaron este lunes para exigir que los liquiden conforme a derecho o les asignen tareas que correspondan a sus actividades, pues acusaron que están acuartelados desde que inició el operativo "Juntos Por Chilpancingo", que encabeza la Policía Federal (PF).

Dentro de su cuartel, los 120 policías (de los 175 que eran), protestaron por segunda ocasión para exigirle al alcalde Mario Moreno Arcos que les explique por qué en los medios de comunicación se maneja que todos reprobaron sus exámenes de control y confianza, que a través del Sistema Nacional de Seguridad Pública les aplicaron para poderlos reintegrar a funciones de seguridad.

Un agente comentó que les aplicaron evaluaciones en tres bloques de 40 policías (psicológica, toxicológica, de orina, exámenes de sangre, físico, el del polígrafo y de entorno socioeconómico). Consideró que no reprobó ninguna prueba y señaló que le parece injusto que los traten como "apestados".

Añadió que el hecho de que Moreno Arcos no diga públicamente que son policías confiables, los pone en una situación de vulnerabilidad ante la gente.

Agregaron que el 28 de marzo, cuando protestaron por primera vez para exigir varios derechos, entre ellos el seguro de vida, el secretario de Finanzas del ayuntamiento, Jesús Urióstegui, se comprometió a resolverles sus peticiones y hasta el momento no les ha contestado a todos.

Dijeron no saber qué será de su vida laboral y ven muy lejana la promesa de que serán empleados como policías de proximidad.

spb