La tala de 200 árboles, proyectada a lo largo de 600 metros lineales en la avenida Tulum, como parte de las obras de remodelación del centro de la ciudad de Cancún, movilizó la tarde-noche de hoy a un grupo de ciudadanos, quienes se pronunciaron en contra de la medida, exigieron frenarla e incluso, hubo quienes hablaron de encadenarse a los árboles para impedir su poda.

Con pancartas escritas a mano, en las que se leía "modernización sin destrucción", "más árboles, menos cemento", "basta de asesinar árboles" y "ningún árbol abajo, queremos un Cancún con muchos árboles", estudiantes, activistas y ciudadanos en general, llegaron a las puertas del Palacio a exigir a la autoridad municipal que impida lo que calificaron como "un ecocidio".

El activista, Tulio Arroyo afirmó que de fondo, además del "crimen" que representa talar el arbolado antiguo, el problema es "la imposición que se hace del proyecto, sin consulta alguna, sin participación de especialistas de la comunidad y en secreto".

Entre la gente se encontraba el subsecretario de Infraestructura del gobierno estatal (SINTRA), Ariel Messer, quien sin identificarse, escuchaba las protestas y consignas lanzadas en la Plaza de la Reforma.

Al ser reconocido y abordado por la prensa, la gente lo rodeo mientras explicaba los componentes básicos del proyecto y el detalle de la poda y la reubicación de plantas y árboles.

El funcionario fue abucheado mientras trataba de hacerse oír. Informó que la tala será de 200 árboles y no de 184, como la dependencia indicó un día antes. El retiro de arbolado y plantas será a partir de enero del 2014 y será compensada con la siembra de 315 palmas y 920 árboles.

"Vamos a reubicar 200 plantas, de las cuales son 40 árboles y 160 plantas chits, dentro del mismo proyecto; vamos a plantar 120 árboles nuevos de la región -caobas y cedros-; vamos a plantar 536 plantas entre plantas de ornato, chits y palmeras.

"Vamos a talar, sí, 200 árboles, de los cuales 200 son únicamente flamboyanes y almendros, que no son de la región y que sabemos que con los huracanes, son los que se caen", dijo.

Cuestionado sobre la presencia actual de los cientos de árboles que pretenden talar y que han resistido, al menos el embate de los dos huracanes más poderosos que han impactado a Cancún -Gilberto y Wilma- Messer se contradijo y respondió que "son árboles que no son de la región".

A Messer se le preguntó sobre las décadas que pasarán para que los árboles colocados, aporten las funciones ambientales de los árboles que serán retirados, respondió que desconocía el tema, al no ser biólogo, pero comentó que la medida cuenta con los permisos de la Secretaría de Ecología y Desarrollo Urbano del municipio.

"Desafortunadamente en una ampliación, en una modernización, hay que ampliar este camino, el sistema peatonal, para aumentar el Turismo, la economía y reactivar el centro", justificó.

Habló de modificaciones al proyecto, que originalmente contemplaba cuatro carriles por lado, en un tramo de 600 metros de la avenida Tulum, desde la Glorieta del Monumento a la Historia, a la Glorieta de Las Estrellas y los Caracoles.

"Ahorita lo redujimos a tres carriles, porque vimos que era mucho cuatro carriles por lado, para poder aumentar más área verde y dejar más área peatonal. Con esa modificación, todavía no tengo el dato, de cuántos se tendrán que reubicar", señaló.

Los ciudadanos a su alrededor, preguntaban sobre las garantías de sobrevivencia de las palmas y árboles que serán replantados, reprochaban la opacidad en que se desarrolla el proyecto y el perjuicio que tendrá para las aves, la tala de lo que hoy es su hogar.

"Quién consultó a los pájaros, les van a quitar su casa", "las palmeras no dan sombra ni oxigeno", "en las palmas no se puede anidar, qué harán las aves", le recriminaban.

El funcionario contestó que "las aves no nada más viven en estos árboles (...) las aves no se quedan en un solo árbol, me imagino yo como ciudadano".

Ante la lluvia de reclamos y preguntas -que incluyeron si había o no sido inhabilitado por Contraloría municipal, dos administraciones de gobierno atrás- el subsecretario terminó abriendo la posibilidad de que la tala de árboles no llegue ni a 100 ejemplares.

Bryan Toriz, estudiante de la Universidad del Caribe y ex integrante del Movimiento #Yosoy132Cancún, encaró al funcionario y advirtió que de ser necesario se encadenará a un árbol para impedir la tala.

Además, acusó la posible existencia de algún tipo de "negocio ilícito" en la compra de palmeras, porque para el desarrollo de obras anteriores, como la ampliación a ocho carriles de la avenida López Portillo, también se talaron centenas de árboles y se sustituyeron por palmeras, sin que se esclareciera nunca el detalle de su adquisición y costo.

Previo a lo anterior, una comisión de ciudadanos entró para conversar con el secretario general del ayuntamiento, José de la Peña, quien por la mañana habría declarado que es necesario reajustar las obras, con la finalidad de que se retire la menor cantidad de árboles.

Durante el encuentro el funcionario -militante del Partido Verde Ecologista (PVEM)- se comprometió con el arborista, Rafael Reynoso Valdés y con la activista Alicia González, a estudiar otras opciones para readecuar el proyecto.

De entrada, De la Peña les dijo que ya existen modificaciones al planteamiento original que perseguía mantener ocho carriles, los cuales disminuyeron ahora a seis, lo que implicará que supuestamente se talen menos árboles.