El clamor de justicia por los feminicidios removió el dolor y las lágrimas de familiares de las víctimas en la apertura del Altar La Muerte tiene Cara de Mujer, en memoria de la 63 mujeres asesinadas este año en Guanajuato.

Se colocaron cruces rosas con los nombres de cada una de ellas, todas iluminadas por veladoras y decoradas con calaveras de dulce, flores y papel picado.

El altar fue instalado y abierto al público en el Museo Dieguito, por el Centro Las Libres y por la diputada Erika Arroyo, presidenta de la Comisión de Igualdad de Género del Congreso del Estado, donde exigieron al Procurador de Justicia, Carlos Zamarripa, que esclarezca los crímenes.

"¡Ya basta!, ¿cuántas más tienen que morir?", enfatizó la legislara y pidió a las autoridades de Guanajuato no minimizar el problema de la violencia de género, ya que, dijo, el 90 por ciento de los asesinatos no han sido resueltos, una parte están en investigación y otros en proceso.

La lideresa de las Libres, Verónica Cruz Sánchez, lamentó la violencia institucional que enfrentan las mujeres.

En la ofrenda se colocaron las imágenes de Diana Fabiola Tejera Rivera, privada de la vida por un hombre que la contactó por internet y que purga una pena de 11 años de prisión, así como de la estudiante Nelly Yesennia Romero, localizada muerta en Santa Rosa, y que de acuerdo el dictamen de la Procuraduría de Justicia se suicidó.

Cristina Tejada Rodríguez, madre de Diana Fabiola, muerta en 2009 a sus 27 años, dijo que la Procuraduría de Justicia resolvió que se acreditaba un feminicidio, que establece de 25 a 35 años de prisión.

Las asistentes reprocharon la muerte de las 63 mujeres, ya que muchas de ellas denunciaron a sus agresores ante la Procuraduría de Justicia, que no las procuró.

Dolidas por los homicidios y solidarias, algunas de las asistentes mostraron solidaridad y lloraron.

jlc