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SANTIAGO APÓSTOL

Desde hace 14 años que no se usa aquí la campana de la iglesia para una alerta de riesgo. Hoy está lista, junto con los machetes y palos para repeler un temido ataque de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

“El pueblo vive tranquilo, pero cuando suena la campana es por algo grave y el pueblo acude, va armado con lo mejor que tiene a la mano. Aquí son machetes y el pueblo los usa; las mujeres llevan un garrote. Hay temor, pero el pueblo no se deja y si lo rebasan, retrocede, pero...”, advirtió el presidente municipal Claudio Martínez.

La semana pasada, un maestro de la sección 22 de preescolar que vive en Santiago Apóstol y otras personas acudieron en una camioneta a tomar fotografías de los cuatro planteles, lo que hizo suponer a la población que alistan el ataque.

“¿Para qué video y fotos? Seguramente ellos están planeando una forma de atacar y retomar los planteles. La gente lo notó y la policía los buscó, pero ya estaban en casa del maestro Brigido”, relató en entrevista el alcalde.

“Sí, sí hay temor. Pero estamos dispuestos a defendernos, al menos de mi parte, hasta donde yo dé, hasta con mi vida si es posible”, aseguró Orlando Martínez, padre de familia, entrevistado afuera de la escuela donde estudian sus hijos.

“Los maestros de la sección 59 son más de exigentes y los de la 22, no. Hasta cuarto grado tuve profesores de la sección 22, pero aprendo más con los de la 59”, explicó Lizzete, de quinto grado.

Un par de alumnos más se suman a la plática. “Nos gusta más la 59, porque estudiamos más y aprendemos más”, dice Ricardo, del 3A.

Santiago Apóstol se ubica a 40 minutos de la capital de Oaxaca. Sus calles se muestran apacibles. La iglesia es colorida. Al mediodía se rompe la tranquilidad con el bullicio de los niños que salen de la escuela primaria.

El 23 de noviembre la sección 22 acordó recuperar por la fuerza el centenar de escuelas que le ocupó la sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) durante el paro de 60 días que empezó en agosto.

A las 10:26 horas del mismo día, los padres de familia del ayuntamiento de Santiago Apóstol se reunieron en la cancha de la primaria del pueblo y ahí advirtieron:

“Si las dependencias correspondientes no toman cartas en el asunto, los padres de familia tendrán una tolerancia de no muchos días para bloquear el acceso principal de la población y pedirle a los profesores de la sección 22 que se retiren”, se lee en el acta, que le hicieron llegar al gobernador Gabino Cué y a mitad de su gabinete.

Pero el gobierno de Gabino Cué los ha ignorado. El 28 de noviembre les envió un oficio donde dijo que les daría respuesta “a la brevedad”, lo cual no ha ocurrido.

El presidente municipal afirmó que “el pueblo está siempre listo para alguna situación. La gente dice que si la sección 22 se presenta de imprevisto a recuperar las instalaciones, pues al siguiente día o un par de días después, entonces los padres de familia en mayoría van a recuperar las instalaciones”.

Para Claudio Martínez “sería una lucha sin fin. Va a llegar un momento en que el pueblo se fastidie y entonces habría un enfrentamiento”.

El temor es ese. “Veo que eso viene, eso viene porque los 300 padres de familia de 700 alumnos reunidos el 23 de noviembre expresaron su irritación”.

El alcalde recordó que ha habido otros problemas en el pueblo. Uno de agua, lo soportaron ocho meses, “y para que el pueblo tomara una acción tardó como ocho meses, con avisos, con avisos, pero cuando el pueblo dijo ‘ya’, que revienta muy feo. Y ese es mi temor”.

Mientras, la sección 22 se mantiene a la expectativa. En San Jacinto Amilpas, donde los padres de familia terminaron cediendo a la presión de la sección 59 para recuperar las tres escuelas arrebatadas con violencia el jueves pasado, las clases continuaron ayer sin problemas ni asedios, pese a la advertencia en la sección 22 de que alistan una respuesta contundente.

El presidente municipal de Santiago Apóstol espera que no sea necesario repicar las campanas de la iglesia, que no lo hacen desde hace aproximadamente 14 años.