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Vicentico colmó de romanticismo, baile, recuerdos y muchas emociones al Lunario del Auditorio Nacional que lució al tope de su capacidad durante la presentación del cantante solista.

A las 21:00 horas en punto salió al escenario con lentes de sol y saco negro para iniciar su repertorio tranquilamente con "Soldado de Dios", para después tomar su guitarra y tocar los primeros acordes de "Un diamante", que despertó los cantos de los presentes.

Cualquier movimiento del argentino despertó gritos, como quitarse sus lentes en "Puro teatro", acercarse un poco más al público, o bailar mientras una pantalla detrás cambiaba a distintos colores y las ovaciones con su nombre no se hacían esperar al sonar temas como "Viento", "El pacto", "El rey del rock" y "Ya no te quiero", con la cual puso un poco más de energía a la noche.

"Hola. Es un honor y aparte un placer grande tocar hoy con ustedes. Muchas gracias por haber venido al concierto, es súper importante para nosotros, hacía un tiempo largo que los músicos y yo personalmente teníamos muchas ganas de venir a tocar solos", saludó mientras hizo algunas bromas y se disculpó por estar un poco congestionado.

Sólo con su guitarra se quedó en el escenario para el primer éxito que cantó de Los Fabulosos Cadillacs con "Siguiendo la luna", para ponerse de nuevo su saco en una romántica "Algo contigo", acompañada por el piano, y de nuevo con su banda complacer peticiones de "Fuera del mundo" y "Paisaje", mientras enseñaba al público que su brindis era con agua.

"Todo tiene un fin lamentablemente. Soy un señor y no puedo estar más tiempo", lanzó antes de que llegara el turno a "La tormenta", "Tiburón" y "Sólo un momento".

Pero los asistentes aún querían más, por lo que pidieron su regreso, en donde pidió bailar en "Creo que me enamoré" y "Morir a tu lado" para irse de nuevo y volver con "Basta de llamarme así" y la posterior petición de apagar las luces.

"Este momento es único para bien o para mal, nunca más va a pasar de nuevo y nos está pasando ahora. Les agradezco el respeto y la onda de escuchar las canciones que no son tan conocidas sin arrojar vasos, quiero que esta explote donde tiene que hacerlo y se siente en el corazón y el espíritu", agradeció para finalizar con "Los caminos de la vida".

"Lo más noble, valiente y lindo que uno tiene es ponerlo en la voz y cantar sea bonito o feo, si hacemos eso el artista que toca hoy para ustedes se enciende más de lo que está y les sale adentro el sentir. Estamos agradecidos y honrados que nos acompañen, ha sido un grandísimo placer y honor, esperemos en un momento de nuestras vidas volver a encontrarnos y si no esto ha sido maravilloso", interrumpió para pedir que lo acompañaran en el coro.

Sin embargo, la gente pidió más y, de nuevo en formato acústico, se quedó con su guitarra en "El aguijón", y "Vasos vacíos", ambas de Los Cadillacs, para sorprenderse ante la petición y respuesta que tuvo "Culpable" y finalizar con un conocido himno: "Yo no me sentaría en tu mesa", a las 22:51 y con casi dos horas de show y 22 canciones interpretadas.

jlc