Pedro Infante era un travieso: Silvia Pinal
Recuerdos. Pinal asegura que Infante era una persona linda y educada. (Foto: Fototeca / EL UNIVERSAL )
En 1955, Silvia Pinal y Pedro Infante protagonizaron la película "El inocente" , pero este concepto es lo que menos definía al llamado "Ídolo de México" , según palabras de la propia actriz.
"¡Qué inocente ni qué nada, era un travieso! No se me olvida que cuando estábamos en locación mientras rodábamos la película en Acapulco, él se comió los tamalitos típicos de pescado que me llevaban y que estaban riquísimos, aún los hacen, son pequeñitos" , platicó.
La travesura de Pedro ocurrió mientras ella esquiaba en el mar durante una pausa de la filmación a cargo del director Rogelio A. González Jr.
"Cuando regresé tenía hambre y ya no había nada de tamales, él se los había comido todos porque era muy tragón" , recordó Silvia Pinal entre risas, al compartir ésta y otras anécdotas como parte de la conmemoración por el 57 aniversario luctuoso del "Ídolo de Guamúchil" (1917-1957) .
En total filmaron cuatro películas juntos: "La mujer que yo perdí" (1949) , "Un rincón cerca del cielo" (1952) , "Ahora soy rico" (1952) y "El inocente" , en la que también participaron Sara García y Óscar Ortiz de Pinedo, bajo la producción de Antonio Matouk y Óscar Dancigers.
Sin embargo, fue en esta última producción donde más convivieron, ya que en los filmes anteriores coincidieron en pocas escenas y Silvia hacía personajes coestelares.
En "El inocente" , Silvia interpretó a "Mané" , una joven de la alta sociedad y caprichosa que humillaba a "Cruci" (Infante) , mecánico al que se une en matrimonio obligada por sus padres, cuando en el amanecer del Año Nuevo los encuentran dormidos en la misma cama.
"Las grabaciones eran largas y tampoco es que hubiera mucho tiempo para platicar, nunca me contó secretos, pero fue una relación de amistad muy bonita, hasta iba a mi casa y conoció a mi abuela, quien lo llegó a querer muchísimo" , recordó Pinal.
En respuesta al cariño de su abuela, Pedro Infante siempre fue generoso.
"Pero no sólo con ella, sino con todo el mundo. Seguido iba a Mérida y a Chetumal y le traía muchas cosas. Una vez le dio un Rosario y una mantilla muy bonita, y yo sepulté a mi abuela con esos obsequios porque ella así lo pidió. Creo que a ella le hubiera encantado que yo anduviera con él, pero nunca fue plan de Pedro ni mío.
" Nos hicimos amigos, yo tuve mucho gusto de conocerlo, de tratarlo, era muy educado, muy lindo y sobre todo, era un actor sensacional, pero novios nunca, yo estaba interesada en otra persona ", aseguró la actriz, quien para entonces ya era madre de Sylvia Pasquel y había concluido su matrimonio con Rafael Banquells.
Recordó que de las travesuras que Infante le hizo fue cuando recién adquirió un automóvil del año.
" Con mis ahorros me compré un Hillman. Quedé muy gastada, pero estaba precioso. Un día le dije a una amiga que saliéramos a la calle para enseñárselo y cuando lo vimos, ya estaba sobre cuatro cajones porque Pedro había mandado a que le quitaran las llantas para que me fuera con él en su motocicleta ".
Antes la había invitado a pasear en su moto, pero ella no había aceptado porque le daba miedo subirse a estos vehículos; sin embargo, no tuvo otra opción que aceptar la propuesta porque le urgía llegar a dar una función en el teatro.
" No era atrabancado, manejaba sensacional, pero a mí siempre me han dado miedo las motocicletas. A Pedro siempre lo vi en su moto, así llegaba a trabajar, salvo en Acapulco porque ahí a todos nos movían en las combis hacia las locaciones o al hotel. Dicen que era bueno haciendo acrobacias, pero yo nunca lo vi hacerlas ".
Sobre los rumores de que para conquistarla, Pedro Infante le llevaba serenata, la actriz, a quien cariñosamente llamaba " Chivita ", afirmó que nunca ocurrió así, aunque sí le cantó al oído.
" Pero únicamente fueron los temas de la película ‘El inocente', las que dirigió el maestro Manuel Esperón, y fue para ensayar ", aclaró. Mientras colgaban del árbol de Navidad los zapatos de su personaje " Mané " y giraba un disco en la tornamesa, " Cruci " le cantó " Mi último fracaso ", de Alfredo Gil. Ambos sufren los estragos del alcohol que bebieron en demasía la noche previa al Año Nuevo. Más tarde interpretaron temas infantiles recorriendo y jugando por toda la casa. otro momento, Pedro Infante cantó " La verdolaga ", de Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, y " No volveré ", de Ernesto Cortázar y Manuel Esperón, pero sucedió en el taller mecánico donde laboraba su personaje y sin ella presente.
" Dicen que también lo dejé plantado, pero es que se paraba aquí en mi casa y yo no llegaba porque estaba haciendo otras cosas, no lo hacía a propósito, él venía solo. Entonces, mi abuela me hablaba para decirme: ‘Aquí está Pedrito, qué le digo' y yo le respondía: ‘Pues dale unos tacos, al fin que le gusta mucho comer, al rato llego' ".
De Pedro Infante, resaltó la gran diva del Cine Mexicano, Silvia Pinal, " conservo muy bonitos recuerdos, era una gente muy linda, educado, gran actor y todo su legado será imborrable", concluyó.
cvtp