La muerte de Joan Rivers , ocurrida el 4 de septiembre pasado y cuyas causas exactas todavía no se conocen, seguirá siendo un misterio porque se tomó la decisión de no realizarle una autopsia. La comediante había sido internada luego de una complicación en una cirugía.

Según el portal de noticias TMZ.com, fuentes cercanas a los médicos afirmaron que Melissa Rivers, su hija, estaba devastada por la noticia de la muerte de Joan y le dijo a los médicos que no quería que le realizaran una autopsia a su cuerpo. Según las leyes de Nueva York, los especialistas no están obligados a realizarla cuando no hay evidencia de que se trate de un crimen.

El cuerpo forense concluyó que la causa de muerte fue la falta de oxígeno, que causó un daño irreversible en el cerebro. Sin embargo, sin una autopsia es imposible explicar la naturaleza del problema que desencadenó la muerte y será un misterio por siempre, a menos que alguna enfermera o médico reconozca haber cometido un error.

cvtp