Gwen Korovin es el nombre más sonado recientemente acerca del deceso de Joan Rivers. Fue ella la doctora que realizó una biopsia a la cómica, en una intervención que la condujo a la muerte, y que se tomó una selfie con Rivers anestesiada.

Melissa Rivers, la hija de Joan, la ha definido como un "monstruo" y espera que le sea revocada su licencia médica.

Con pacientes en el mundo de la farándula como John Mayer, Ariana Grande y Lady Gaga, Korovin incluso aparece en un documental de Celine Dion.

De acuerdo con Radar Online, se confirmó que la doctora tomó una selfie en la sala de operaciones poco antes de que Rivers dejara de respirar.

Lo más impactante del caso es que Rivers aparece en la imagen, cuando ya estaba anestesiada. "Todos en la sala de operaciones estaban impactados porque nunca habían visto algo así antes", detalló una fuente cercana.

Unos minutos después, la doctora Korovin realizó la biopsia sin autorización en la que Rivers dejó de respirar. La cómica cayó en coma y murió días después.

"Joan nunca autorizó la operación y la doctora Korovin nunca debió estar en la sala de operaciones para empezar - ni realizar algún procedimiento a Joan, porque no tenía los privilegios para hacer eso en la clínica (Yorkville Endoscopy)", indicó la misma persona.

Investigadores médicos desean hablar con Korovin y seguramente le pedirán ver la selfie que se tomó, pero mientras, Melissa ha dicho a amigos que la doctora es un "monstruo"

"Ella ha estado en shock por los reportes de que la doctora de nariz, oídos y garganta de su madre se tomó una selfie cuando Joan estaba en la camilla. Sólo le prueba a Melissa que necesita asegurarse que esto no le ocurra a otra persona. Presentar una queja médica contra el doctor Lawrence Cohen (quien realizó una endoscopía a Rivers) y la doctora Korovin le dará a Melissa el poder para obtener respuestas. Su madre confió en estos doctores y parece que hubo un fracaso enorme de épicas proporciones en múltiples niveles", indicó una fuente a Radar.

cvtp