Sin escatimar recursos, la cantante estadounidense Katy Perry ofreció un concierto espectacular en el escenario del Palacio de los Deportes la noche de ayer, como parte de su Prismatic World Tour.

El furor dio inicio a las 21:16 horas, cuando los bailarines hicieron su aparición ataviados con armaduras fluorescentes, al estilo de los centuriones romanos y en medio del escenario una pirámide de abrió para que Katy Parry hiciera su aparición, vestida con un minivestido blanco, cuyas orillas se iluminaban en un tono azul; y su voz se escuchó por primera vez al interpretar Roar.

De inmediato del público se entrego a la cantante, quien los puso a bailar y cantar con temas como Part of me y Wide awake. "¿Como estás? - dijo en español - Bienvenidos al Prismatic World Tour, los conozco chicos y quiero complacerlos, así que esta noche va a ser muy especial, vamos a hacerlo juntos ¿Están listos? Puedo ver sus disfracies así que vamos a aprovechar este momento", fueron las primeras palabras de Katy a los miles de asistentes.

Uno de los momentos más espectaculares fue cuando emergió del escenario ataviada cual reina egipcia, con el color dorado en toda su ropa, montada en una marioneta de tamaño natural de un caballo blanco, que también estaba ricamente adornado, y rodeada de su grupo de 10 bailarines, era el momento de Dark horse.

Katy se mostró audaz, al quedar suspendida varios metros arriba del escenario, colgada de una estructura en forma de diamante, durante su interpretación de E.T. Sin duda alguna, uno de los protagonistas de la noche fue el imponente escenario, con luces robóticas, una pasarela de varios metros y una pantalla gigante en forma de triángulo que dominaba la escenografía.

I kissed a girl, uno de sus mayores éxitos, fue coreado por los asistentes, pero en un momento ella se desapareció bajo el escenario dejando el lugar a sus bailarina, sus cinco músicos y dos coristas, en tanto un cambio de escenario se daba.

Como si de Broadway se tratara, uno cinco bailarines vestidos de gato hicieron su entrada y en la pantalla apareció una marquesina donde se podía leer Hot n cold. Una bola de estambre enorme fue el sitio ideal para que Katy Perry enseñara un felino vestuario, que también uso para International Vogue smile, que fue un guiño de Katy a la reina del pop Madonna, que acompañó con una pasarela gatuna.

Una sombrilla gigante de girasoles se desplegó sobre el escenario, mientras tres músicos con un teclado, una guitarra y un chelo, la esperaban hasta adelante de la pasarela para comenzar con la parte romántica del espectáculo.

"El show no ha terminado, solo quise cambiar todo para que fuera mas brillante. Quiero dedicarles esta canción a mis Katycats porque me han acompañado a todos lados", fue lo que dijo la cantante antes de interpretar By the grace of god.

"Amamos a la ciudad de México, porque cuando venimos se aseguran de cuidarnos muy bien. Ayer me la pase muy bien porque fui a la casa de Frida Kalho, ella es la mujer mas fuerte que he conocido y es mexicana, es autentica", compartió Perry y pidió que la acompañaran con The one that got away.

Para este momento la energía del público estaba por todo lo alto, respondiendo con euforia a todo lo que Katy hacia en escena. "Me encanta que cada vez que venimos su respuesta es mas grande, por lo que espero volver aquí por el resto de mi vida", comentó la interprete y cantó Unconditionally.

La etapa final del concierto se acercaba, pero parecía que lo mejor de Katy Perry estaba por llegar. Walking on air, It takes two y This is how we do/Last friday night, transformó en una fiesta de color el show, con inflables gigantes cuya figura iba de una carita feliz hasta una hamburguesa.

Teenage dream sonó después de una intro multimedia en la pantalla, ella apareció completamente vestida de verde y el público canto el tema al unísono, lo mismo paso con California girls, que fue acompañado por símbolos netamente californianos como el letrero de Hollywood en colores neón.

El grito de "Katy, Katy" se escuchaba en todo el Palacio de los Deportes, cuando la cantante se despidió de sus fans, pero estos querían más y ella los complació con un tema más, Birthday, en el cual subió al escenario a un seguidor que cumpliera años en octubre, el afortunado se sentó con su ídolo en un trono colocado en lo alto de un enorme pastel.

Fue en ese momento que Katy sorprendió a los asistentes a su show, cuando simulando que estaba sujeta a un montón de globos de helio, voló literalmente por el lugar, que se iluminó con los celulares de la gente que intentaba inmortalizar el momento.

Eran las 23:18 horas cuando llegó el momento de decir adiós, y Firework fue una acertada elección para dicha tarea, porque los fuegos artificiales que despidieron la noche se reflejaron en todos los aspectos, desde la letra de la canción hasta el vestido de Katy, cuyos colores recordaban el plumaje de una pavo real; de esta forma con una explosión de luz, ella se despidió.

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