Diego Luna, carrera que rinde frutos
HISTORIA. Diego se interesó por el filme cuando vivió en Los Ángeles. (Foto: JORGE RÍOS / EL UNIVERSAL )
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Diego Luna hizo lo que ni Robert Redford, ganador del Oscar, pudo cristalizar: filmar una película sobre César Chávez, el líder campesino mexicano en Estados Unidos, que en los 60 quitó poder a las grandes empresas vinateras, las cuales, argumentaba, maltrataban a sus empleados.
“Se negó muchas veces con productoras de Hollywood a hacerla, era alguien que no le gustaba recibir reconocimientos y tampoco quiso asistir cuando lo invitaron a la Casa Blanca, así era él”, cuenta Luna en entrevista.
En Los Ángeles, hasta existe un boulevard con el nombre del líder ya fallecido, cuya primera etapa como activista se refleja en César Chávez, cinta que estrena el viernes, tras su paso en Estados Unidos, donde recaudó más de 5 millones de dólares.
Previo al estreno, el protagonista de Rudo y cursi contesta preguntas alusivas a la temática de esta historia protagonizada por Michael Peña (Shooter), Rosario Dawson (Siete almas) y John Malkovich (Relaciones peligrosas).
¿Cómo encontraste a esta fruta del activismo político?
Viví un tiempo en Los Ángeles y es una ciudad que está llena con murales de él, con rostros, hay escuelas, parques, lo celebran. Tenía la necesidad de contar algo que tuviera conmigo y que pudiera hacer estando allá.
Fui con su familia, platicamos con uno de sus hijos y hablamos de hacer una película. La historia sólo toca el inicio del movimiento, después de eso, en la vida real, el Hollywood liberal lo apoyó, gente como Martin Sheen y Edward James Olmos, estaban con él.
¿En algún momento sentiste sequía creativa en el rodaje?
No, pero sí muchas inseguridades y miedos; te confrontas con lo más básico, porque al final del día te vas a dormir con la toda la responsabilidad de que estás contando la vida de personas que siguen vivas, como Dolores Huerta (viuda de Chávez) y con un movimiento que ahí sigue.
Lo del shock (creativo) me vino más bien con Abel (su ópera prima) donde filmaba una escena, me enamoraba de ella y al ver que no funcionaba, salía en edición. Aquí fue fácil desprenderme, hay por ahí un disco duro con cuatro horas de película, la cual por supuesto no llegará a cines (risas).
¿Es cierto que la dirección ha sido como una lluvia refrescante para tu carrera en cine?
Dirigir me ha devuelto la pasión por lo que hago. De repente estaba cansado de lo que estaba haciendo; como actor no dejas de ser el instrumento de alguien más, del punto de vista de otro, ya necesitaba otra cosa en la que profundizara.
¿Este año haces “Mr Pig” (su tercera ficción como director)?
Sí, claro, en un mes estoy listo para decirlo. Estamos en el scouting del lugar principal, que es muy importante para la historia, de la que no puedo decir mucho.
¿Impone dirigir a Malkovich?
Al principio, sí. Es un actor extremadamente riguroso. Le conté que hablaría en español, pero no hasta qué punto; cuando llegó no le habían mandado el guión en ese idioma y durante tres días se le veía todo el tiempo repitiendo fonéticamente lo que diría. ¡Era una lección para todos!.
¿Dirigías en español o en inglés?
(Risas) En inglés, pero siempre pedí traductor porque dirigir es la sutileza de que no todo puede ser negro o blanco, rápido o lento, sino lo que hay enmedio.